Estar embarazada no puede ser considerado una enfermedad, sino un estado "diferente" en el que la mujer gestante debe cuidarse adecuadamente para evitar la aparición de problemas en ella o en su hijo. Hay que descartar ciertos mitos absurdos como el de "que hay que comer por dos"; lo que sí es necesario es que se alimente adecuadamente para que su salud -y la de su hijo- sea óptima.

Son muchos los cuidados especiales que se merecería una mujer embarazada. No porque esté enferma, sino porque es un momento especial en el que su cuerpo se adapta a una nueva situación y debe estar preparado para ello. Mantener en buen estado a la gestante garantiza un embarazo saludable y el nacimiento de un bebé sano. Consulta a los expertos y sigue las pautas que te indiquen.

Además de la aparición de estrías o la retención de líquidos, el embarazo aumenta el riesgo de padecer enfermedades bucodentales y oculares, por lo que las mujeres gestantes deben ser especialmente cuidadosas con estos puntos concretos de su anatomía para evitar problemas que deben ser tratados en cuanto se presentan.

Cuida tus dientes. Puedes ir al dentista con normalidad, ya que el embarazo no lo impide. Lo ideal sería aplazar hasta después del parto cualquier "problema" detectado durante la visita que no sea urgente. De ser imprescindible realizarlo, se recomienda hacerlo durante el segundo trimestre, entre el cuarto y el sexto mes, para minimizar riesgos. Entre los consejos más interesantes destacaría que:

-La gingivitis gestacional asociada a las variaciones hormonales que provocan la inflamación de las encías puede causar incluso la pérdida de alguna pieza dental. Se recomienda no abusar del azúcar, comer frutas a mordiscos y masajear las encías tras el cepillado utilizando algún producto específico indicado por el dentista.

-La caries es más frecuente debido a los cambios en la dieta (mayor ingesta de hidratos de carbono, picoteo, etc.), los vómitos o el reflujo que constituyen un verdadero problema para los dientes. Se recomienda una buena higiene oral, comer alimentos neutralizantes de los ácidos de la placa (huevos, pescado, carne, verduras, etc.), frutos secos (favorecen la asimilación del calcio) o el queso curado (que es un buen remineralizante).

-La higiene oral debe ser perfecta y escrupulosa. Cepillarse los dientes tras cada comida durante varios minutos con cepillos de cerdas suaves, utilizar el hilo dental un mínimo de dos veces al día, hacer enjuagues con un colutorio sin alcohol para que las encías no sufran excesivamente y pasar el raspador de lengua para eliminar cualquier residuo que se haya quedado adherido.

Cuida tus ojos. A nivel ocular, es fundamental realizar las revisiones pautadas por el especialista, pues es un período en el que pueden incrementarse los problemas visuales (como la miopía) o aparecer patologías nuevas. Durante el embarazo se recomienda acudir a una consulta con el oftalmólogo para descartar cualquier alteración a este nivel que debe ser tratada de manera inmediata. Destacaríamos que:

-Suele producirse sequedad ocular debida a la disminución de la secreción lagrimal, por lo que las lentillas suelen "resultar más incómodas" en esta etapa. No es raro que muchas embarazadas dejen de utilizarlas durante la gestación porque su tolerancia es menor. Se recomienda utilizar gotas específicas para humectar el ojo que deben ser pautadas por el médico para evitar componentes que no pueden utilizarse durante la gestación.

-Aumento de la sensibilidad a la luz que puede resultar muy incómoda. Utiliza gafas de sol homologadas con filtros adecuados y saludables que no perjudicarán a tus ojos.

-Incremento de la miopía relacionada con el aumento del grosor de la córnea. No debes asustarte porque suele ser fisiológica y suele presentarse en quienes ya eran miopes antes del embarazo, aunque no podemos descartar que aparezca también en emétropes. Normalmente se vuelve a los valores previos tras el parto, por lo que no se recomienda tomar medidas radicales hasta que nazca el bebé.

-Párpados hinchados por las mañanas debido a problemas circulatorios asociados a cambios hormonales. Puede utilizarse un antifaz frío para reducirlos y mejorar la sensación de inflamación.

-Cuidado especial si se ven manchas o destellos de luz, aparece visión doble o borrosa, sensibilidad a la luz, pérdida temporal de visión, etc. porque pueden ser indicativos de la existencia de preeclampsia que debe ser tratada por el médico inmediatamente.