¿Qué se puede esperar de una izquierda que organiza danzas al sol como hicieron los indignados del 15-M en vez de buscar soluciones a los problemas de los ciudadanos?, se pregunta perplejo Mauricio-José Schwarz (México DF, 1955), escritor y periodista especializado en divulgación científica, que acaba de publicar La izquierda feng-shui (Ariel), un libro en el que se empeña en demostrar cómo políticos del PSOE, IU y, sobre todo, de Podemos, han abandonado la senda de la ciencia y el materialismo para apostar decididamente por salidas en falso como la homeopatía o por oponerse irracionalmente a las vacunas, en la línea más desviada de algunos activistas de Greenpeace que han llegado a asegurar que la ropa "mata". Schwarz, residente en Asturias desde hace más de 20 años, lamenta en esta entrevista con Epipress que la contracultura haya derivado hacia un neoprimitivismo y un falsoindigenismo carentes de sentido.

-¿Por qué un sector de la izquierda vira hacia el new age (nueva era)?

-La izquierda siempre ha tendido a sospechar de todo lo nuevo. En la Revolución Francesa Rousseau decía que la razón había destruido al hombre, lo natural y lo bonito. Pero en el origen de la izquierda está también cuestionar el statu quo establecido social para querer cambiarlo.

-¿En qué consiste hoy esta new age ?

-El psicoanalista Carl Jung, un enamorado de todo lo irracional, acuñó este término. Luego lo adoptaron los místicos, los hippies y los gurús orientales en Estados Unidos durante la época de las protestas legítimas contra la guerra de Vietnam. Fue entonces cuando el new age se popularizó como un amasijo de creencias anticientíficas.

-Las terapias alternativas y el pensamiento místico están de moda. ¿Por qué?

-Piensas que te conviene más creer a una persona que te promete curarte un cáncer aunque carezca de conocimientos que hacer caso al doctor que te da dos años de vida.

-Desarrolle por favor su aversión a la relatividad posmoderna.

-La posmodernidad nos dice que la realidad no existe. Es un idealismo pre-científico que aboga por una realidad que crea el discurso. Para ellos la ciencia es una forma de ideología sin base en la realidad pero nadie cruza la carretera sin mirar a ver si pasa un coche. Han tenido una influencia muy peligrosa en áreas académicas y políticas.

-Veamos cómo se ha producido esa influencia tan peligrosa...

-Si dicen que el pueblo no es algo que se pueda definir y que se crea a través del discurso, también puedes crear un anti-pueblo y enfrentarlos para llegar o mantenerte en el poder. Es lo que dice Ernesto Laclau, ideólogo de la revolución bolivariana, de Bolivia y de Podemos. El posmodernismo es una forma de pensamiento irracional cuyas falsedades son demostrables.

-¿Qué tiene que ver el feng-shui con eso?

-Nada. Eso lo acuñé en un tuit de 2010 por su carácter eufónico. Se me ocurrió por lo enormemente estúpido que es el concepto del feng-shui y lo absurdo de la izquierda que cree en tonterías de este calibre.

-¿Es simplemente una pseudociencia? James Randell la definió como "una antigua forma de engaño".

-Es una de las formas de aproximación esotérica de las filosofías orientales que no tiene ninguna base científica. Es como si yo te instruyo para construir una casa a prueba de unicornios. Es una patraña para la que no tienes que estudiar nada pero con la que te puedes llenar el bolsillo.

-¿Quiénes forman parte de esa izquierda esotérica que usted denuncia?

-Muchas personas. Gaspar Llamazares solicitó al congreso que se retirase la vacuna del papiloma del cérvix porque se había muerto una chica, cuando la realidad es que ha reducido enormemente la prevalencia del cáncer en el cuello del útero. Pablo Iglesias presentó en Bruselas una iniciativa contra las antenas de telefonía y el wifi, Monedero cree en las conspiraciones de Bilderberg y asegura que el león Scar, de El Rey León, es una representación del ayatolá Jomeini. El socialista Pérez Tapias ha llegado a decir que los transgénicos son peligrosos para la salud. Son políticos que creen en tonterías y lo que es peor, las difunden.

-Los acampados del 15-M organizaban danzas del sol...

-Hasta el punto de que la comisión de espiritualidad era más activa que la política. Nos dicen que nos quieren controlar la mente esos que ellos llaman reptilianos, inspirados en la serie V. No se dan cuenta de que el enemigo de mi enemigo no tiene que ser siempre mi amigo.

-Están contra los transgénicos, contra las vacunas y contra la química. ¿Cómo justifican sus temores?

-Actúan sin prueba alguna contra lo que creen que daña y lanzan campañas para meter miedo. Como cuando Greenpeace dijo que la ropa mata. Son unos irresponsables. Suelen ser gente carismática, simpática y cálida que escupe sin rubor sus majaderías.

-La izquierda se vuelve irracional, según usted. ¿Es entonces lo contrario de lo que tradicionalmente pretendía ser?

-Más que contrario es complementario. La izquierda siempre se cuestionó que la religión y los reyes estuviesen por encima del hombre. Esas eran propuestas revolucionarias pero hay una parte de la izquierda que sustituye la realidad objetiva por la magia.

-Dice usted que Greenpeace pasó de oponerse a las armas nucleares a rechazar también sin la menor lógica la utilización de la energía nuclear. ¿Cómo ha sido eso?

-La mayor parte de los integrantes de Greenpeace no son científicos. Los que lo eran abandonaron pronto el barco. Ellos defienden las energías renovables y eso para el futuro no está mal, pero no se dan cuenta de la ingente contaminación que provocan las energías fósiles ni de que hay legiones de físicos buscando soluciones para garantizar un almacenamiento nuclear seguro.

-¿En qué ha quedado la llamada contracultura?

-Es parte del amasijo del new age y tuvo sus frutos como el de la defensa de los derechos civiles, el respeto a las diversas orientaciones sexuales o el feminismo. Luego se volvió todo neoprimitivismo y falsoindigenismo,

-Quizá esta izquierda kumbaya, como la llama usted, pretende dar lo que el marxismo les proporcionó.

-En Estados Unidos nació con ese propósito entre los marxistas que residían allí. Vieron que era mejor, más fácil y seguro hacer la revolución interior a través del yoga y ahorrarse los disparos.

-Quizá esperan mucho del karma.

-Esa es otra idea bonita y absurda. Se trata de un cheque para la siguiente vida en el que uno no decide nada porque todo se basa en una supuesta justicia que premiará al bueno y castigará al malvado.

-¿Es cierto que existe una trama en Madrid dedicada a promocionar el pánico electromagnético?

-Son unos pillos que han creado siete fundaciones para azuzar ese pánico electromagnético y vender después sus productos. Sospechosamente todas las fundaciones están registradas en el mismo piso.

-¿No es acaso usted partidario de adoptar una actitud positiva para enfrentarse a la adversidad y a situaciones extremas como el cáncer?

-La actitud positiva no cura el cáncer ni te saca de situaciones extremas. Eso es otra patraña. Soy defensor de que la gente que esté mal tenga el derecho a estar deprimida y no sujeta a la presión de sentirse feliz.

-¿Dónde vislumbra usted una izquierda racional, informada, crítica y materialista, en la órbita de los valores de la Ilustración?

-En todos los que no sucumben a la presión de sus partidos y denuncian claramente estas falsedades. A mí me viene gente del PSOE, de IU y no tanta de Podemos, que no comulga con esa pseudociencia pero que aún no está preparada para decirlo claramente.