"La cultura, el arte, la música en este caso, son herramientas fundamentales para el desarrollo futuro de nuestros niños y jóvenes, brindándoles la oportunidad de tener acceso a la belleza" y, de paso, al "desarrollo de la creatividad" y al trabajo en equipo. El prestigioso Gustavo Dudamel, que puede presumir de ser el director más joven en llevar la batuta en el concierto de Año Nuevo de Viena, está tan convencido de esta afirmación, que realizó ayer en Santiago de varias formas, que proclamó que "la música y el arte deben ser un derecho humano" al que los niños deben tener "acceso". En la educación cotidiana, enfatizó, "a veces la cultura está muy apartada", cuando es tan "importante" como otras disciplinas.

Precisamente esa filosofía, que atribuye a la música la capacidad de "transformación social", subyace tras el ciclo Palabras para Galicia, que trae al compositor a la comunidad para impulsar esta arte como vía para la educación en valores de la juventud gallega, como destacaron ayer desde Abanca, la entidad que organiza Palabras para Galicia. En este foro se encuadra el "mágico" concierto que el conocido director venezolano realizará en el Obradoiro, en Santiago, con la complicidad de la Orquesta Sinfónica de Galicia, del Orfeón Donostiarra y de Beethoven, del que dijo que "dejó de ser alemán y se convirtió en un compositor universal". Y si incluso el Beethoven de Dudamel "es venezolano y es también bastante gallego" por eso de que su obra trasciende las fronteras, el propio artista también, "de alguna manera", confesó que se siente "gallego". "Galicia está conectada con Venezuela absolutamente", aseguró: "Forma parte de nuestra estructura genética".

La obra escogida para el concierto, que también servirá para celebrar un aniversario especial, 300 años del nacimiento del Banco Etcheverría, es la Novena Sinfonía y, como explicó el artista, no es casualidad. No solo cree que "es la mejor obra para un encuentro como este", que supondrá su primera vez con la Sinfónica de Galicia y el Orfeón, sino porque "es muy especial por lo que significa". "Traer este himno de hermandad, esta oda a la alegría, a la paz, a la unión, a celebrarnos como hermanos, es perfecto", señaló.

Para Francisco Botas, que acompañó a Dudamel en su encuentro con la prensa, -cuyo gerente, Andrés Lacasa, también estuvo presente-, nadie "mejor" que Dudamel para "reflejar" lo que Abanca quiere transmitir" en Palabras para Galicia: "Ofrecer un ejemplo a los jóvenes de cómo desde los valores, la educación y la perseverancia se pueden realizar grandes proyectos que ayuden al desarrollo social". De hecho, el maestro se reunirá hoy con cerca de los 200 jóvenes que integran el proyecto Abanca Resuena, que la entidad desarrolla con la Sinfónica de Galicia en A Coruña.