La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) aboga por el cribado de cáncer de pulmón entre los trabajadores expuestos al amianto, por lo que se requiere un estudio amplio y aleatorizado que permita establecer unas recomendaciones consistentes basadas en evidencia científica de alta calidad. Así lo recoge la sociedad científica en la nueva normativa que acaba de presentar en su 50 congreso, en Madrid, y que revisa aspectos clínicos, radiológicos y funcionales de enfermedades relacionadas con el asbesto o amianto, un carcinógeno reconocido por la OMS desde 1987 y que en España está prohibido desde 2002.

Según la Separ, la aplicación del sistema de cribado en trabajadores expuestos al asbesto podría ser efectivo para detectar cáncer de pulmón asintomático, en estados precoces, con lo que se podría reducir su mortalidad. "La publicación de la tercera edición del protocolo de vigilancia sanitaria específica del amianto, junto con la aparición de nuevas técnicas diagnósticas, nos motivó a promover la elaboración de una normativa que revisase aspectos clínicos, radiológicos y funcionales de las diferentes enfermedades relacionadas con el mismo. Y también que estableciese recomendaciones para el diagnóstico y el seguimiento de los pacientes expuestos", afirma la neumóloga Carmen Diego Roza, coordinadora del trabajo.

El desarrollo de enfermedad pulmonar tras exposición al asbesto depende de la intensidad de esta y del tamaño y características de las fibras que lo componen. Una vez en los alveolos, las fibras se relacionan con las células del sistema inmunitario y alteran su función. La interacción con las células natural killer altera su función citotóxica y permite que las células tumorales puedan escapar al control del sistema inmunitario.

La exposición a asbesto constituye un factor de riesgo bien establecido para desarrollar cáncer de pulmón. En un reciente estudio en trabajadores de aislamientos, el asbesto aumentó el riesgo de cáncer de pulmón.