El segundo de los dos aceleradores lineales para radioterapia donados por la Fundación Amancio Ortega al Centro Oncológico de Galicia (COG) ha empezado a recibir a sus primeros usuarios. Desde la semana pasada, "uno o dos pacientes derivados de otras máquinas" están siendo tratados, cada día, con esa tecnología de última generación. La previsión es que, en el plazo de un mes, el aparato funcione ya "a pleno rendimiento, como unidad independiente y con sus pacientes asignados en cada turno", avanzaron ayer a este diario fuentes del centro coruñés.

El Oncológico es uno de los beneficiarios de la donación de 320 millones de euros por parte de la Fundación Amancio Ortega a la sanidad pública española -17 millones destinados al Servizo Galego de Saúde (Sergas)- para el abordaje de esa enfermedad. Hace un año, estrenó el primero de los dos aceleradores lineales para radioterapia adquiridos con los fondos aportados por el fundador de Inditex, una máquina que ha tratado ya a más de 630 pacientes. Con la puesta en funcionamiento del segundo aparato donado por la Fundación Amancio Ortega, el centro coruñés dispone ya de tres mecanismos de ese tipo para administrar los tratamientos.

"Esta nueva tecnología sitúa al Centro Oncológico de Galicia no solo a la vanguardia de la comunidad gallega, sino del resto de España", reconocía hace unas semanas a este diario Alfonso Mariño, jefe del Servicio de Oncología Radioterápica del COG, y especificaba que los nuevos equipos permiten "no solo ser más precisos, sino dar mayores dosis y los porcentajes de curación aumentan en relación con la radiación". Entre los programas de referencia que el Oncológico desarrolla en Galicia figura, precisamente, la radioterapia estereotáxica corporal, basada en esa máxima concentración de alta radiación en tumores pequeños y que el centro ya aplica en pulmón, hígado, vértebras y páncreas. De la importancia de contar con tecnología de alta precisión da idea el hecho de que se administra con el paciente inmovilizado en una especie de colchón con bomba de vacío. Además, los nuevos aparatos "acortan los tiempos de tratamiento", apuntaba el jefe de Oncología Radioterápica del centro coruñés, en referencia a las técnicas de intensidad modulada volumétrica que permiten adaptar las dosis. "Un tratamiento que antes llevaba veinte minutos, ahora se pueden hacer en dos, por ejemplo, en cabeza y cuello", explicaba el doctor Mariño.

Después del verano, el Oncológico estrenará, además, el primer equipo PET-TAC para usuarios de la sanidad pública del norte de Galicia, un aparato que combina las imágenes anatómicas de un TAC con las recogidas por el PET, y refleja la actividad metabólica de las células. Esto permite a los especialistas localizar tejidos neoplásicos o tumores, así como metástasis, y también se puede utilizar para evaluar la eficacia de los tratamientos de radio y quimioterapia.

La previsión es que alrededor de 1.300 pacientes pasen, cada año, por el PET-TAC del centro coruñés, aunque no todos serán enfermos oncológicos, pues este tipo de exploraciones son de gran utilidad en otras áreas médicas como la neurología o la cardiología.