Un total de 67 menores de la región rusa de Briansk, la más afectada por la radiación de Chernóbil, pasan el verano en Galicia dentro del programa de acogimiento estival que organiza cada año la Asociación Ledicia Cativa y cuya finalidad es mejorar las expectativas de vida de estos niños alejándolos de la radioactividad durante dos meses. "Para los niños es una cura de salud. Estudios epidemiológicos rusos calculan que dos meses en España aumenta la esperanza de vida de los menores como mínimo en dos años. Les cambia el color y el aspecto de la piel, la calidad del pelo y hasta ganan peso", explica Ángel Pérez, padre de acogida de Katza, una adolescente de 14 años, que pasa los veranos con esta familia gallega.