En España, los accidentes de tráfico constituyen la tercera causa de muerte en todos los grupos de edad, y es la primera causa de muerte infantil. Los meses de verano son los que suman un mayor número de siniestros con víctimas mortales debido al aumento de desplazamientos. Según los datos de la Dirección General de Tráfico, 124 y 131 personas perdieron la vida en las carreteras españolas en julio y agosto de 2016, respectivamente. Galicia ocupa el cuarto lugar en número de accidentes mortales, solo superada por comunidades con un mayor parque móvil: Andalucía, Cataluña y Valencia, respectivamente. En 2016, 52 personas fallecieron en accidentes automovilísticos en la comunidad y 2017 suma 45 muertos hasta abril.

"Lo más importante en los accidentes de tráfico es la prevención y para ello es fundamental la educación viaria, el respeto por las normas de tráfico y el uso de medidas de seguridad pasiva obligatorias como el cinturón de seguridad, especialmente en los niños", explica Óscar Graña.

Pero para reducir la mortalidad y la morbilidad por accidente de tráfico también es importante saber qué hacer en caso de verse involucrado en un siniestro. La regla de oro en este caso es la denominada conducta PAS (proteger, avisar y socorrer). Esta es, según el experto en emergencias, la única forma de ayudar a salvar vidas y evitar daños mayores.

"Lo importante es no aumentar el número de víctimas y no agravar las lesiones de los accidentados con nuestra conducta. No hay que intervenir si no se sabe cómo hacerlo y en caso de hacerlo, nunca antes de haber adoptado las medidas de seguridad necesarias para evitar nuevos accidentes o ser atropellado mientras auxiliamos y haber avisado a los servicios de emergencias (112 o 061) porque aquí, de nuevo, el tiempo es vida", explica Graña.

En caso de auxiliar a los accidentados, recuerda que no hay que mover a los heridos, excepto que haya peligro de incendio o parada cardiorrespiratoria; no hay que trasladarlos en vehículos particulares; hay que comprobar su nivel de consciencia u orientación y los signos vitales; aplicar técnicas para controlar las heridas; mantener al herido cómodo y abrigado; en caso de accidente de moto no quitarle el casco, y tranquilizar a las víctimas. "A veces estar con el herido, tranquilizarlo mientras llega la ayuda es lo más importante", afirma.