En personas de edad avanzada, la vacuna de la gripe "reduce la enfermedad y las complicaciones hasta un 60% y las muertes en un 80 por ciento". Este es uno de los argumentos que la Consellería de Sanidade utiliza en su web para convencer a los mayores de las bondades de inmunizarse contra la enfermedad, aunque no es lo suficientemente persuasivo. Al menos no con todos. Porque en la temporada de gripe 2016-2017, desde octubre del año pasado hasta junio de este, se registraron un total de 136 fallecidos, y todos ellos, según indica el Sergas en un informe, tenían recomendada la vacuna pero dos de cada tres de ellos (un total de 88 casos) no la habían recibido. La edad media de los fallecidos fue de 80,4 años.

Porque por más que ahora con la playa y la sol parezca que la gripe queda muy lejos, es una dolencia que tiene consecuencias graves e incluso, recuerda el Sergas, se producen muertes derivadas de su padecimiento. Los 136 casos registrados en la última temporada -que suponen una decena más que cuando Sanidade dejó de emitir informes de la enfermedad, en marzo- implican un nuevo récord desde que hay registros, 2010-2011, y superan en un 30% los 104 notificados un año atrás, que también habían batido macabras marcas.

De forma paralela, el número de ingresos hospitalarios con gripe confirmada por el laboratorio, un dato que comenzó a examinarse en Galicia con la pandemia de 2009 pero que se sigue manteniendo para conocer la gravedad de la epidemia o su impacto sobre el sistema sanitario en cada ejercicio, también superó todos los umbrales registrados hasta ahora, al contabilizarse 1.951 casos ingresados -359 de ellos en la misma semana, del 22 al 28 de enero de este año-. La cifra supone un incremento de un 15% en relación a la temporada previa, cuando también se habían superado todos los estándares al registrar casi 1.700 hospitalizaciones. No obstante, Sanidade apunta que este dato "probablemente" es consecuencia del mayor número de muestras pedidas para confirmar la existencia de la enfermedad, dado que los otros dos sistemas de vigilancia de la gripe (llamadas al 061 y consultas por gripe a los médicos de familia) no observaron un aumento "proporcional".

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De hecho, añade el Sergas en su informe, el porcentaje de pacientes que precisaron asistencia en la UCI (un 7,1%) esta temporada fue el más bajo que se ha observado desde que se estableció el sistema de vigilancia y la letalidad de la enfermedad (6,9 por ciento) fue superior al año previo (6,1%) pero muy inferior a lo medido hace dos (8,2%), cuando circuló el mismo virus, el AH3N2, que afecta sobre todo a los más mayores. Lo corrobora que la edad media de los ingresados (70 años) fue la más alta de todas las temporadas.

Por otro lado, el informe indica que el 96% de los ingresos ocurrieron durante la onda que se adelantó. El 88% de los hospitalizados en esta temporada, es decir, 1.722 personas, tenían al menos un factor de riesgo -entre los que fallecieron, el cien por cien- y de los hospitalizados el 92,7% (1.808) tenían indicada la vacuna antigripal (bien por superar los 59 años o tener algún factor de riesgo) y de ellos, un 56% había recibido la vacuna. El Sergas destaca que es el año con mayor porcentaje de ingresados con gripe vacunados. Entre los 138 que precisaron asistencia en UCI, solo uno de cada diez no tenía aconsejada la vacuna.