Cuatro estrena esta noche, en horario de late night, la serie Second Chance, que comparte con la exitosa Homeland la paternidad, Howard Gordon, y algo de acción, pero se adentra más en lo sobrenatural gracias a un proyecto que permite resucitar y enmendar, o no, errores cometidos en vida.

Rob Kazinsky ( True Blood) encabeza el reparto de esta serie, secundado por Tim DeKay ( Ladrón de guante blanco), Dilshad Vadsaria ( Revenge) y Adhir Kalyan ( Reglas de compromiso), según informó ayer en la cadena.

El protagonista es Jimmy Pritchard, antiguo jefe de policía de Los Ángeles, obligado a retirarse por un caso de corrupción, mujeriego y con problemas de alcoholismo, que fallece en un tiroteo a los 75 años.

Gracias al proyecto LookinGlass recibe la posibilidad de redimir sus fallos del pasado y enderezar su vida más allá de su muerte. En el primer capítulo de la serie, que se estrena esta noche y que consta sólo de una temporada, los planes no se cumplen ya que Jimmy revive en una versión más joven y mejorada de él, con nuevas habilidades físicas y psíquicas que podrá aprovechar o dejarse arrastrar por sus antiguas tentaciones.

Por otra parte, ayer se hizo público que el canal estadounidense NBC prepara una nueva versión de la serie policíaca Corrupción en Miami, en la que el actor Vin Diesel figuraría como productor ejecutivo, según informó ayer el medio especializado The Hollywood Reporter.

Por ahora no se conocen grandes detalles de este proyecto en el que también estaría como productor ejecutivo Chris Morgan, que produjo y escribió varias entregas de la exitosa saga de películas de acción Fast & Furious.

La original Corrupción en Miami, todo un fenómeno de los años 80, se centraba en las labores de una pareja de detectives de Miami interpretados por Don Johnson y Philip Michael Thomas, que formaban parte de un elenco en el que también figuraba el actor latino Edward James Olmos.

Posteriormente, la serie tuvo una adaptación al cine que dirigió Michael Mann y que protagonizaron Colin Farrell y Jamie Foxx. El filme fue recibido de forma modesta por parte de la crítica e ingresó 163,8 millones de dólares en las taquillas de todo el mundo, cuando su presupuesto había ascendido a los 135 millones.