Al menos son tres las exposiciones en Galicia que no deberían dejar de visitarse este verano: Luis Gordillo. Confesión general en el Centro Galego de Arte Contemporánea (CGAC), en Santiago; Ánxel Huete. Una revisión crítica en el Museo de Arte Contemporáneo (Marco) de Vigo, y Pontevedra Suite, que muestra obra de Manuel Moldes, en el Museo de Pontevedra son tres exposiciones para no perderse este verano en Galicia. Las tres clausuran el 17 de septiembre. En la lista también está la obra de Urbano Lugrís como decorador, en la sede de Afundación de A Coruña y la obra de Veri Caramés, en la Afundación de Santiago, ambas hasta el 3 de septiembre.

Luis Gordillo. Confesión general, comisariada por Juan Antonio Álvarez Reyes, director del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla, y Santiago Olmo, director del CGAC, es la primera exposición del artista sevillano en Galicia. Se trata de una retrospectiva clásica con numerosas obras inéditas o poco conocidas que permite realizar un recorrido por su trabajo desde las series de dibujos de raíz informalista de finales de los años cincuenta hasta las obras fotográficas y pictóricas en las que se emplea las lonas como soporte y las infografías como herramientas.

Gordillo (Sevilla, 1934) es una de las principales figuras del arte abstracto en España y uno de los artistas contemporáneos con mayor proyección y reconocimiento internacionales. Su producción se caracteriza por hacer más complejas las categorías estéticas y los dilemas artísticos, buscando huir de las simples definiciones y marcos preestablecidos, por lo que la constante investigación marca su trabajo.

Y si la del CGAC es la primera retrospectiva del artista sevillano en Galicia, Ánxel Huete. Una revisión crítica, que ocupa la planta baja del Marco de Vigo, es la primera aproximación de la trayectoria que hace un museo del artista gallego (Ourense, 1944), impulsor del colectivo Atlántica, que supuso la renovación de la plástica gallega, y figura, por tanto, indispensable para comprender el desarrollo de la producción artística en Galicia en las últimas décadas. Con un centenar de piezas y comisariada por Agar Lego, responsable de exposiciones de este centro, la muestra se entiende como una oportunidad para estudiar y reinterpretar el pasado más reciente a través de la obra de Huete, un artista profundamente comprometido con su tiempo. La dialéctica siempre acompaña su trabajo, donde el diálogo se da dentro de la amplitud de la abstracción y que el artista ourensano aborda siempre desde la necesidad de abandonar el concepto que comprende la pintura como un instrumento referencial entre realidad y arte.

Pero esta revisión crítica no solo pretende mostrar el concepto que Huete tiene del arte y su compromiso político a través de su producción pictórica, sino también presentar al público su faceta más desconocida, la de escultor, con una selección de piezas móviles.

Pontevedra suite. 1983-1987 recorre la obra de Manuel Moldes realizada durante unos años transcendentales para el artista pontevedrés. La muestra, comisariada por Ángel Cerviño y coordinada por Alberto González-Alegre, reúne una amplia selección de obras fundamentales en su carrera artística. En apenas cinco años, entre 1983 y 1987, Moldes vivirá una etapa de excepcional creatividad y realizará algunas de las series pictóricas especialmente significativas y esenciales de su carrera. Cronológicamente, podría decirse que el punto de inflexión y el inicio de este fructífero ciclo es la obra titulada O abó Gran Dida no sillón, de 1983, aunque ya en ese mismo año aparecerán otras de sus obras fundamentales.

Pero además de estas tres muestras imprescindibles, la comunidad ofrece otras interesantes ofertas, como Lugrís, paredes soñadas, en la sede de Afundación en A Coruña; Veri Caramés. Ventana a lo insólito, en el centro de esta entidad en Santiago, y Bañistas. Fotografías encontradas 1880-1963, curiosa muestra del CGAC, que recopila imágenes anónimas de bañistas.