Una compañía de agua holandesa, Dunea, advirtió ayer de que sus expertos encontraron restos de una sustancia potencialmente cancerígena, GenX, en el agua del grifo de La Haya, Zoetermeer y Leiden. La compañía alertó en un comunicado de este hallazgo aunque aseguró que las concentraciones son muy bajas y que el agua sigue siendo potable.

"Se pudieron medir 4,3 y 5,8 nanogramos por litro", especificó Dunea, que dijo que iniciará una investigación para saber de dónde procede el GenX. Estos valores son "30 veces más bajos" que el valor establecido por el Gobierno en la guía con los límites de seguridad para esta sustancia en el agua potable.

La Izquierda Verde y el Partido de la Libertad han advertido de los peligros de este hallazgo para la salud pública y han instado a una investigación urgente. Esta sustancia es utilizada en los procesos de fabricación de una compañía química.