Juana Rivas, que quedó el martes en libertad provisional después de ser detenida por incumplir la orden de entregar a sus hijos a su expareja, disfruta de su "respiro" judicial, mientras la Fiscalía estudia recurrir que no se decretara su ingreso en prisión. Rivas, que dijo al salir en libertad provisional que no iría a la cárcel sino a su casa y con sus niños para "seguir peleando", disfrutó ayer "feliz" de la decisión que tomó el Juzgado de guardia de Granada, según detalló su hermana, Isabel Rivas.

Mientras, la Fiscalía de Granada estudia la situación de esta madre y sus dos hijos y podría recurrir la decisión del juzgado de guardia, que la dejó en libertad en contra del criterio del Ministerio Público. La Fiscalía solicitó prisión provisional ante la negativa de la mujer a cumplir la orden judicial de entregar a sus hijos al padre, Francesco Arcuri, con residencia en Italia y que en 2009 fue condenado a tres meses por maltrato.

De momento, se desconoce el paradero de los dos niños, de tres y once años, pese a que la Guardia Civil aseguran que hace gestiones a diario para localizarlos y entregárselos a Arcuri. Agentes de la Guardia Civil se personaron ayer en el domicilio de Juana Rivas para preguntar por los dos menores, sin obtener respuesta sobre su paradero. Las mismas fuentes han expuesto que carecen de una orden de registro para entrar a la vivienda de Rivas

Al margen de la situación de esta madre y sus hijos, este caso sigue generando reacciones, como la de la Asociación de Mujeres Juezas de España (AMJE), que ha pedido disposiciones específicas que garanticen la protección de los menores y de las víctimas de violencia machista para evitar causas similares.

Por su parte, la Asociación Contra la Sustracción Internacional de Menores señaló a través de un comunicado en su cuenta de Twitter que "no puede permitir" que situaciones como la de Juana Rivas "se consoliden", sentando un precedente "contrario" a las relaciones familiares y al sistema de derechos humanos establecidos por el Consejo de Europa.