Las buddy movies de acción han dado en los últimos años algunas películas estimables, especialmente cuando Shane Black figura a los mandos del guión y la dirección. Tanto la descarada Kiss Kiss Bang Bang como la estupenda Dos buenos tipos son dos filmes estimables en los que la química entre los intérpretes, siempre muy trabajada, se engarza con una historia bien escrita y con una dirección firme. Pero con Patrick Hughes y su guionista, Tom O'Connor, pasa como con los relevos de Neymar: entre los dos no aportan lo que Black. Ni de lejos.

En El otro guardaespaldas se percibe la química entre Samuel L. Jackson y Ryan Reynolds, pero la historia resulta disparatada, el guión es un absoluto desastre y la dirección apenas luce en algunas escenas de acción, especialmente las filmadas en Ámsterdam, y en algún momento cómico bien resuelto por sus intérpretes, sobrados de oficio y carisma para solventar la papeleta.

Aparte de su pareja protagonista, en el filme brilla con luz propia Salma Hayek, en un divertido papel de mujer de armas tomar (literalmente, si hace falta), y destaca la instroducción de Elodie Yung, la Elektra del Daredevil de Netflix, en un papel relevante. Pequeños destellos en un filme que llega a ser entretenido a ratos, pero nada más.