El cine rumano vive momentos de esplendor. Dura y profunda, Ana, mon amour bucea en la crisis de una pareja desequilibrada por la fuerza de ella, lo que deriva en un escenario de dependencia complejo y fascinante. La película de Calin Peter Netzer es una aportación valiosa a una cartelera necesitada de diversidad, pero no apta para todos los paladares.