La provincia de A Coruña registra la segunda mayor tasa de participación en el Programa Galego de Detección Precoz do Cancro de Mama -dirigido a mujeres de 50 a 69 años- y aun así, una de cada seis coruñesas de esa franja de edad (el 16,5%) no acude a realizarse las mamografías periódicas que incluye este plan del Sergas como medida de prevención. Un 83,5% de las coruñesas sí hace los deberes y se somete a esta prueba cada dos años, un porcentaje que está por encima de la media gallega (83,1%) y que solo supera Ourense (84,13%). En Pontevedra la tasa de participación es del 82,40 y en Lugo del 82,25%, según el último balance del programa que realiza la Consellería de Sanidade, con datos del año 2016.

Este programa del Sergas echó a andar en 1992 y desde entonces se han realizado más de 2,2 millones de exploraciones a mujeres de 50 a 69 años con el objetivo de reducir la mortalidad por el cáncer de mama -el tumor más frecuente entre las mujeres- al detectarlo en fases tempranas. Para ello, todas las mujeres de la franja de edad que entra en el cribado reciben una carta del Sergas cada dos años que les recuerda que deben someterse a una mamografía gratuita en el centro de referencia más cercano. Pese a este recordatorio y a que la mayoría de las mujeres sí acuden a las pruebas, no siempre es así. Los datos han mejorado desde el inicio del programa. Si en los cinco primeros años del cribado (de 1992 a 1997) sólo el 71% de las mujeres gallegas invitadas al programa se realizó las mamografías, en 2016 la tasa aumentó hasta el 78,6%.

La evolución varía en función de las provincias. A Coruña inauguraba el cribado de cáncer de mama en 1992 como la provincia con mayor participación (73,7%) y 24 años después logró subir la tasa diez puntos. Eso sí, el 83,5% de participación de 2016 supone la tercera mejor tasa desde que existen registros (el mayor porcentaje de participación en A Coruña se queda en 83,98%). En otras provincias, sin embargo, el incremento porcentual de mujeres que acuden a las mamografías periódicas es mayor: en Ourense la tasa de participación subió catorce puntos y en Lugo y Pontevedra, trece desde 1992.

Los últimos datos del Sergas revelan que, durante 2015, los médicos de hospitales públicos realizaron 143.355 mamografías a mujeres de entre 50 y 69 años. De ellas, 3.943 necesitaron una valoración clínica adicional, es decir, tuvieron que someterse a nuevas pruebas u otra mamografía para aclarar o ampliar el diagnóstico al detectarse alguna anomalía en la mama durante la primera prueba. Unas exploraciones que permitieron detectar 543 tumores de mama durante todo el año 2015, de los que 109 se diagnosticaron ya tras la primera mamografía y el resto, tras las pruebas sucesivas.

Las mamografías periódicas permiten detectar los tumores en fases más tempranas. El balance del Sergas revela que entre 1992 y 2015, la mitad de los tumores detectados durante el programa de cribado estaban en estadio I, un 14% en una fase anterior (estadio 0) y solo el 0,8% se encontraba en una fase avanzada como el estadio IV.

En su balance del programa, la Consellería de Sanidade resalta también un cambio en el tratamiento de este tipo de tumor. Los datos revelan que entre el año 2000 y 2015, una cuarta parte de las mujeres con cáncer de mama se sometieron a una mastectomía, sin embargo, esta práctica está en continuo descenso en favor de una cirugía conservadora. De este modo, si a principios del siglo XXI la mitad de las pacientes sufrían una mastectomía, en 2015 el porcentaje rondaba el 20%. La supervivencia de las mujeres con cáncer detectadas en el programa a los 5 años es del 94,5%, frente al 83% de las pacientes de la misma franja de edad detectadas al margen del cribado.