Un estudio divulgado ayer por Nature Communications vincula la exposición de las mujeres embarazadas a los pesticidas con anomalías en bebés recién nacidos, aunque solo cuando el contacto con esos químicos se produce a niveles muy altos. La investigación fue realizada por un grupo de expertos de la Universidad de California (Estados Unidos), que evaluaron datos extraídos de la zona del Valle de San Joaquín, en California, un entorno eminentemente agrícola.

Ashley Larsen y un grupo de colegas investigaron la relación entre la exposición a los pesticidas y los nacimientos de niños, tras analizar 500.000 partos registrados entre 1997 y 2011 junto con los niveles de pesticidas empleados en esa zona. La exposición a niveles muy elevados de pesticidas durante el embarazo aumenta, entre un 5 y un 9%, las probabilidades de tener partos con problemas, relacionados con factores como el peso del bebé o posibles anomalías.