La moda es sueño, y según demostraron ayer los diseñadores españoles, en la última jornada de la Mercedes-Benz Fashion Week de Madrid, Cibeles para los nostálgicos; los sueños no son solo sueños como decía la canción. El betanceiro Jorge Vázquez, Hannibal Laguna, Juan Duyos, The 2nd Skin Co. y Alvarno subieron a la pasarela un repertorio de mujeres llenas de romanticismo, delicadeza, sensualidad y casi divinidad para demostrar que los sueños en la moda se hacen realidad.

Jorge Vázquez convirtió la pasarela en un jardín digno de la campiña francesa más refinada. Con la mitad del público sentado en sillas dentro de la pasarela, el diseñador betanceiro presentó a una mujer que convive perfectamente entre el campo y la ciudad con pantalones anchos metalizados y jerséis de rayas en azul cielo. Para Vázquez, conseguir la atmósfera adecuada para que los vestidos recreen cada una de sus fantasías "es un incentivo más que nos pone a la altura de París o Nueva York".

La estética de un jardín francés fue el lugar por el que desfilaron looks, con pañuelos de organza en la cabeza y grandes gafas de sol que recordaban el más puro estilo Audrey Hepburn. Estilismos con los que el creador betanceiro se instala en los diseños de día y "del día a día", según explicó el propio Jorge Vázquez, quien reivindica diseños más "ponibles", pero sin abandonar los vestidos de fiesta "para aquellas a las que le guste arreglarse".

Una sudadera combinada con una falda transparente con flores bordadas en lentejuelas y el homenaje a David Delfín reeditando su célebre camiseta Foreverdicen mucho del cambio que pretende el diseñador betanceiro y que considera "fundamental". Tejidos muy naturales que se mezclan con otros técnicos que "tienen ruido, te hacen vibrar", comentó Vázquez, para quien los tonos empolvados, que se van quedando casi mates, definen una colección "muy apta para los momentos de luz".

Otro de los desfiles más destacados del cierre de la pasarela madrileña fue el de Hannibal Laguna, que celebra sus 30 años en el mundo de la moda en un momento pleno en el que diversifica actividad hacia el diseño de complementos, zapatos y una línea de fragancias. El venezolano demostró que sigue fiel a su esencia para vestir a una mujer femenina, con sedas, bordados y pedrería. Las flores están presentes en los estampados de su colección, pero también en los bordados, en los que recreó la primera flor que confeccionó con retales de la fábrica de su familia.

La última jornada de la Fashion Week Madrid también dejó constancia del golpe de timón de Alvarno, que cambia de rumbo con el viento a favor y a toda máquina hacia una mujer más romántica que se trasluce no solo en sus diseños, sino también en la puesta en escena sobre una pasarela repleta de flores, muy alejada de la imagen industrial y cañera de otras ediciones.