Los colectivos de ayuda al ludópata alertaban ya hace un tiempo del aumento de menores enganchados. El perfil del apostador se rejuveneció y pasó a ser el de un varón de entre 18 y 25 años. Pero los cimientos se ponen antes, advierten desde estas asociaciones y el juego online influye. De hecho, los expertos destacan su "potencial adictivo", hasta cuatro veces mayor que el juego tradicional, como explica el profesor de la Universidade de Santiago Antonio Rial Boubeta. Por eso las apuestas de dinero en la Red por parte de los menores están en el punto de mira de estudios como los que financia el Plan Nacional sobre Drogas y coordina este investigador y que le permiten concluir que "la epidemia del juego online se ceba con los adolescentes".

No es una afirmación gratuita, sino que pone datos sobre la mesa: la incidencia del juego entre los menores gallegos "sigue avanzando vorazmente" y llega, tras sus últimos estudios, al 8,4% en 2017, "muy lejos" (de hecho lo multiplica por cinco) "del 1,5% detectado en 2010". Solo en el último año, el porcentaje pasó del 6,4% al 8,4%. Es decir, uno de cada diez escolares gallegos, más de 10.000, apunta Rial Boubeta, con edades comprendidas entre los 12 y los 17 años, apuestan dinero en la Red, situación que se agrava en el caso de los varones, donde la tasa de jugadores llega al 14,2% frente al 2,7% entre las chicas, y en la franja de 16 y 17 años, con un 13,5%.

Rial Boubeta concede que su último estudio sobre uso de internet (que se complementa con el estudio de consumo de sustancias psicoactivas) entre los escolares se restringe en la práctica a Santiago y a su área metropolitana pero considera que, al igual que ocurría con el anterior, que se ceñía a las provincias de A Coruña y Pontevedra y que realizó tras haber analizado toda la comunidad, la muestra (3.200 escolares) basta para considerar que los datos son "extrapolables" a la comunidad.

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En todo caso, incide en que no se trata de que todos estos adolescentes que juegan dinero en la web sean ludópatas (otros estudios cifran las tasas entre un 2 y un 4%), pero sí que supone un incremento muy elevado de un "caldo de cultivo". Con todo, la comunidad gallega no tiene la exclusiva, explica, dado que se registran datos similares en Asturias o Comunidad Valenciana.

Los chicos son las principales víctimas (seis veces más, aunque sube entre las chicas y a día de hoy un 16,5% de los menores que apuestan por la Red ya son mujeres, advierten los investigadores) de unos hábitos tecnológicos que consideran "especialmente preocupantes" incluso desde la Consellería de Sanidade, que considera necesario combatir por ley las apuestas en la Red de menores. Aunque la edad media de inicio en estas apuestas virtuales son 15,3 años, la mitad de los menores que apuestan (es decir, unos 5.000) en la Red tiene 15 años o menos.

Los estudios de Rial Boubeta permiten constatar además que las apuestas por internet no son un hecho "aislado", sino que el problema está "íntimamente relacionado con otros comportamientos de riesgo" o usos problemáticos. De este modo, las tasas de víctimas de ciberacoso es más del doble entre los jugadores y de ciberagresores, del triple.

La tasa de contacto con desconocidos es entre dos y tres veces mayor y lo mismo, apunta el experto, puede decirse respecto al sexting (envío de imágenes íntimas a través del móvil o un dispositivo electrónico) o la sextorsión (chantaje por ese tipo de imágenes).

Pero eso no es todo. Las apuestas online también están, añade este especialista de la Universidade de Santiago, "muy" relacionadas con el consumo de drogas y el "posible riesgo de engancharse a la Red". En esa línea, argumenta que la tasa de positivos en la escala que mide el posible riesgo de adicción o uso problemático de la Red es del doble; es algo más del doble en problemas con el alcohol (hasta el punto de que la mitad de los adolescentes que juegan dinero online tienen problemas con esta sustancia) y cuatro veces más en el caso del cannabis.