La tesis de la coruñesa Jéssica Rodríguez Villar (Carballo, 1989) acaba de ser seleccionada entre las diez mejores del mundo en el ámbito de la química. Su trabajo se encuentra entre los diez finalistas a los prestigiosos premios Reaxys PhD Prize tras haber pasado varias pruebas y ser la única tesis española -de las más de 400 presentadas desde universidades de todo el mundo como la de Harvard, la de Tokio o el Imperial Collage de Londres- que ha llegado a la última fase. "Son los premios más importantes del mundo en el área de la Química y por tanto, es un orgullo y un honor el haber quedado ya entre los finalistas", señala esta joven que se licenció en la Universidade de Santiago y que reconoce que alcanzar uno de estos galardones daría un impulso a su carrera. "Por una parte, supone un impulso para seguir trabajando y por otra, estos premios te dan a conocer, te abren puertas", sostiene esta joven que ahora estudia el postodctorado en la Universidad de Toulouse.

Rodríguez tendrá ahora que defender su tesis con una presentación oral en una gala que se celebrará el 19 y 20 de octubre en Shanghai. "De los 45 seleccionados para la última fase, diez tenemos que realizar una presentación de la tesis y de ellos, elegirán a los tres ganadores", explica esta coruñesa, cuya tesis Derivados peptídicos sintéticos para la unión selectiva de ADN se centra en el desarrollo de péptidos (pequeñas representaciones de proteína) capaces de reconocer ADN de forma selectiva. "A muy largo plazo esto podría servirnos para conocer mejor ciertos tumores e intentar pararlos", explica Jéssica Rodríguez, quien desarrolló la tesis en el Centro de Investigación Singular en Química Biológica y Materiales Moleculares de Santiago (CiQus).

Su tesis -dirigida por José Luís Mascareñas y Eugenio Vázquez Sentís- ya fue premiada por la Real Academia Galega de Ciencias y Sociedad Española de Química. Ahora, esta joven de Carballo, ha cambiado de especialidad y se encuentra inmersa en el mundo de la química organometálica. En un futuro, asegura que le gustaría combinar ambas especialidades y regresar a España. "Mi objetivo es conseguir una Juan de la Cierva o una Ramón y Cajal y poder ejercer de profesor en la universidad", sostiene Jéssica Rodríguez, quien reconoce que este tiempo en Francia le ha ayudado a ver las diferencias en investigación en ambos países. "En Francia también viven una situación complicada pero aún así, es más sencillo obtener una plaza y estabilidad para un investigador joven. Aquí con 30 años hay gente con plaza, algo que en España no sucede hasta los 40", lamenta.