Decenas de miles de personas se manifestaron ayer en Dublín para reivindicar el derecho de la mujer a la interrupción voluntaria del embarazo. La Marcha por la Elección es particularmente polémica debido a la tradición católica de Irlanda y a que la ley prevé penas de hasta 14 años de prisión por un aborto.

Esta ha sido la primera gran manifestación por el derecho al aborto desde que el Gobierno anunciara principios del verano de 2018 como fecha para un referéndum sobre la modificación de la prohibición del aborto, que Irlanda tiene rango constitucional. Desde 2013 está aceptado solo el supuesto de interrupción en caso de que la madre corra peligro.