Hace más de una década que el concepto de "envejecimiento activo" comenzó a circular. Su impulsor, el doctor Alexandre Kalache, quería y quiere revolucionar la manera en que la sociedad entiende la vejez.

-Usted habla de un nuevo concepto, el de la gerontolescencia .

-Es un poco como la adolescencia para nuestra generación. Antes de los baby boomers la adolescencia no existía. Vinimos nosotros, muchos, con más salud, conocimiento, con un poco de dinero del bolsillo y pudimos hacer esa revolución; sobre todo las mujeres, que pasaron a tener dominio sobre su vida reproductiva. Hoy yo soy la misma persona, pero con muchos años más y no voy a envejecer como mis padres. Dentro de 15 o 20 años, gerontolescencia será definida en los diccionarios.

-A esos gerontolescentes , ¿qué les ofrece ahora mismo la sociedad?

-No vamos a esperar que la sociedad nos ofrezca, nosotros tenemos una conciencia de derechos y un pasado de activismo que otras generaciones de personas mayores no tuvieron, entonces estamos ya exigiendo nuestros derechos, que abran espacio, si no quieren abrir, vamos a pelear, vamos a hacer una revolución de hecho en las calles como lo hicimos con los movimientos estudiantiles. Yo soy de esta generación, si no me dejan, yo no voy a esperar que me abran espacio, yo lo abriré.

-¿Estamos infravalorando sus capacidades?

-Sí, sobre todo por discriminación. Por eso es que nosotros necesitamos unirnos para abrirnos ese espacio. Por otro lado, no estamos compitiendo. Yo hago un trabajo pro bono, porque tengo el privilegio de no necesitar para comer, lo hago porque tengo un propósito de vida. Cuando tienes 25 años, tienes necesidades.

-Ahora que la edad ya no es un baremo válido para ciertos aspectos, habría que replantearse conceptos como la edad de jubilación. ¿Cómo lo reformulamos?

-Es la cuestión de identidad. Tú eres médico y después eres una persona jubilada. Te sacan la identidad. Es imposible mantener el modelo creado por Bismarck en el siglo XIX. En 1871 se creó la Seguridad Social en Alemania, cuando la expectativa de vida era de 46 años. 130 años después estamos haciendo la misma cosa. Hay que cambiar, hacer una revolución para que puedas llegar a los 60 trabajando con base en tu experiencia sin estar compitiendo por plazas de trabajo. Hay que prestar atención porque a lo largo de la revolución de la longevidad hay otra que es la tecnológica. Si no tienes acceso a información, te volverás obsoleto.

-Galicia está especialmente envejecida y sufre una fuerte de dispersión territorial, lo que agudiza la soledad. Ahora que el modelo familiar también ha cambiado, ¿quién debe asumirlo?

-El modelo familiar ha cambiado porque antes eran pocos los mayores y muchas las mujeres que había para cuidarlos, que no vivían mucho tiempo. En general, en ambientes agrícolas, con casas muy grandes y donde siempre cabía uno más. Hoy, o vives en zona céntrica de cualquier ciudad donde no hay mucho espacio, o terminas aislado porque los jóvenes de los pueblos se van a ciudades mayores. No es que la familia no quiera, es que no está preparada, está fragmentada.