El científico Joachim Frank, que ayer fue galardonado con el Nobel de Química, calificó la fecha como un "día extraordinario" y explicó que ahora sabrán todos qué hacía durante tantas "ausencias mentales". "Es un extraordinario día para mí. Muy emocionante. Una experiencia aleccionadora", afirmó Frank en una de las salas del campus de la Universidad de Columbia. "Hay tantas cosas que se descubren continuamente y las posibilidades pueden ser muy prolongadas para que se pueda llegar a esto", agregó el científico.

Agradeció a alumnos y profesores por el "increíble apoyo" recibido para realizar sus investigaciones y terminar por "construir este puzle" que le ha permitido compartir el galardón. También se lo agradeció a su esposa Carol, por la "larga y paciente indulgencia" por sus ausencias, incluidas las "ausencias mentales". "Ahora ya saben en qué las estaba utilizando", agregó.

Frank relató que fue notificado del premio por un representante de la Academia "con acento sueco" y en una llamada que, dijo, fue una "experiencia muy confusa". Contó que la pareja lleva días amaneciendo pronto por culpa de su perro, que "ha estado despertándose cada día antes" últimamente, y ayer estaba seguro de que ocurriría lo mismo.