Cuando a una prima del responsable de ingeniería de la empresa gallega Selmark, Diego Piñeiro, le diagnosticaron un cáncer de mama y -debido al tratamiento- tuvo que someterse a una mastectomía (extirpación quirúrgica de una u ambas mamas completa o parcialmente), el ingeniero gallego empezó a tomar conciencia de la enfermedad. "Es un problema tan cercano que tenemos que tomar partido", señalaba ayer. Su granito de arena fue proponer en esta firma de lencería el sacar adelante varias líneas de sujetadores para pacientes con cáncer de mama. Como novedad, la empresa ha ideado el primer sostén para mujeres mastectomizadas de uso inmediato después de la intervención.

El director de Selmark, Rafael Pérez, presentaba estas prendas ayer en Madrid después de tres años de investigaciones y trabajo, acompañado de Pérez y de otros expertos. El sujetador en sí -un vendaje postoperatorio formado por un cinturón de gran ancho con arnés incluido- tiene como fin realizar "presión sobre el implante para que no se encapsule" y provoque molestias o problemas de salud adversos para la recién operada.

Desde la Asociación de Diagnosticad@s de Cancro Mama (Adicam), a las que Selmark pidió su opinión para la elaboración del prototipo, ratifican que se trata de "una novedad total". "Es una cosa muy buena para después de la operación. Hasta ahora, te recomendaban ponerte un vendaje durante un día y, después, pasar a a sujetadores anchos y blandos", explica Olga Sotelo, presidente de la organización. Para ella, la creación de la empresa de lencería gallega presenta un añadido que va directo a los sentimientos. "Las mujeres mastectomizadas también queremos cosas bonitas; nosotras también nos miramos al espejo", añade.

Diego Piñeiro explica que "empezamos a ver los productos que tenía mi prima para pasar las diferentes estadías del proceso y vimos que los productos que había no le daban soluciones ni eran estéticos". "Nosotros buscábamos naturalizar el proceso. Somos especialistas en corsetería y vamos siempre en vanguardia. Por ello, analizamos la posibilidad de sacar esta línea para dar soluciones a la mujer desde la operación hasta la reconstrucción", señaló.

La iniciativa se convirtió en un proyecto de I+D en el que estudiaron materiales, morfología de los pechos, necesidades, diseño, patronaje... Los productos fueron probados en pacientes teniendo en cuenta su opinión. En todo este camino, también contaron con la aportación de oncólogos, cirujanos y enfermeros así como expertos del grupo de investigación CIMA de la Universidade de Vigo que les ayudaron al principio con el tac helicoidal (en el que se puede ver cómo queda la morfología del pecho). Esa imagen por ordenador fue trasladada finalmente a moldes sobre los que se crearon los distintos sujetadores postoperatorios o protésicos. En total son once modelos (con distintas copas y colores), entre los que se encuentran también sostenes para lactancia.