Científicos han demostrado que las almejas y los gusanos oceánicos están liberando a la atmósfera una cantidad significativa de gases de efecto invernadero potencialmente dañinos.

El equipo, de las universidades de Cardiff, en Reino Unido, y Estocolmo, Suecia, ha demostrado que las criaturas del océano producen grandes cantidades de los gases de efecto invernadero más fuertes (metano y óxidos de nitrógeno) de las bacterias en sus entrañas.

El gas metano entra en el agua y finalmente sale a la atmósfera, contribuyendo al calentamiento global: el metano tiene 28 veces más potencial de calentamiento que el dióxido de carbono. Un análisis detallado mostró que alrededor del 10 por ciento de las emisiones totales de metano del Mar Báltico pueden deberse a las almejas y los gusanos.

Los investigadores estiman que esto es equivalente a la cantidad de metano emitida por 20.000 vacas lecheras, lo cual es tanto como el 10 por ciento de toda la población de vacas lecheras galesas y el 1 por ciento de toda la población de vacas lecheras de Reino Unido. Los hallazgos, que se detallan en un artículo publicado en la revista 'Scientific Reports', apuntan a una fuente hasta ahora descuidada de gases de efecto invernadero en el mar y podrían tener un profundo impacto en los gestores.

Se ha sugerido que cultivar ostras, mejillones y almejas podría ser una solución efectiva contra las presiones humanas sobre el medio ambiente, como la eutrofización causada por la escorrentía de fertilizantes en nuestras aguas. Los autores advierten que las partes interesadas deben considerar estos posibles impactos antes de decidir si promover el cultivo de mariscos en grandes áreas del océano.

El coautor del estudio, Ernest Chi Fru, de la Facultad de Ciencias de la Tierra y del Océano de la Universidad de Cardiff, dice en un comunicado: "Lo que resulta desconcertante es que el Mar Báltico representa solo el 0,1 por ciento de los océanos de la Tierra, lo que implica que animales bivalvos aparentemente inocuos en el fondo de los océanos del mundo, de hecho, pueden estar contribuyendo a cantidades ridículas de gases de efecto invernadero a la atmósfera que no han sido contabilizadas".

El autor principal del estudio, el Dr. Stefano Bonaglia, de la Universidad de Estocolmo, dijo: "Suena gracioso, pero los animales pequeños en el lecho marino pueden actuar como vacas en un establo, ambos grupos son contribuidores importantes de metano debido a la bacteria en sus entrañas. Estos animales pequeños pero muy abundantes pueden desempeñar un papel importante, pero hasta ahora descuidado, en la regulación de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mar".

Para llegar a sus resultados, el equipo analizó trazas de gas, isótopos y moléculas de los gusanos y almejas, conocidos como poliquetos y bivalvos, respectivamente, extraídos de sedimentos oceánicos en el Mar Báltico. Los autores analizaron la contribución directa e indirecta que estos grupos estaban teniendo sobre la producción de metano y óxido nitroso en el mar, mostrando que los sedimentos que contienen almejas y gusanos aumentaron la producción de metano en un factor de ocho en comparación con los sedimentos completamente desnudos.