Barry C. Barish y Rainer Weiss, los padres junto a Kip Thorne de la astronomía de ondas gravitacionales, no son solo colegas de profesión: son amigos. En los premiados este año con el Princesa de Asturias de Investigación y con el Nobel de la Academia Sueca, se percibe en su lenguaje corporal, en su forma de compartir un breve instante de intimidad antes de la entrevista. Metidos en harina, se pasan la pelota uno a otro, como esas parejas de futbolistas que, a fuerza de compartir minutos y alineaciones, se encuentran en el campo sin necesidad de mirarse. Barish es la reflexión, la pausa, y Weiss la pasión, el latigazo verbal.

-Coincidiendo con su llegada a España, se ha anunciado un gran descubrimiento: han observado la fusión de dos estrellas de neutrones.

- Barish: Hemos venido aquí por la fusión de dos agujeros negros, una prueba física que consiguió confirmar la predicción realizada por Einstein hace cien años. Y además fue la manera de empezar a estudiar los agujeros negros. En esta ocasión lo que se ha anunciado es la observación de la colisión de dos estrellas de neutrones, que son concentraciones muy densas de materia nuclear. Su fusión no es como la de los agujeros negros: en este caso se emite una radiación que se puede ver desde distintos tipos de telescopios astronómicos.

- Weiss: Los agujeros negros, a la vez que se forman, pierden la memoria, no saben lo que son. Hay que tener en cuenta la geometría de Einstein: nosotros ahora sabemos que están formados por estrellas que mueren, en el último ciclo de su vida, pero también pueden estar formadas de pura geometría. Las estrellas de neutrones están formadas de materia como la nuestra, como la tuya o la mía, y de los núcleos de átomos, muchos núcleos de átomos que a la vez están formados de protones y neutrones. Eso sí lo conocemos pero también hay otras partículas que forman estas estrellas que no conocemos. Y cuando colisionan provocan una reacción cruzada, que se puede ver por ondas gravitacionales y también a través de otras técnicas. Es un avance muy interesante.

-¿Qué descubrimientos se han hecho a partir de esta observación?

- Weiss: Varias cosas. Cuando localizamos la zona del evento, empezamos a observar y sucedió algo muy notable: en el hemisferio sur existen muchísimos telescopios, en ese momento estaba oscureciendo y ellos observaron esa región y encontraron una galaxia.

-¿Una galaxia?

- Weiss. Sí. No puedo decir el nombre porque lo desconozco, de hecho es un número. Y encontraron un punto luminoso que no habían visto antes, que no estaba antes allí. Una luz muy fuerte que se extinguía rápidamente. La colisión de dos estrellas de neutrones era algo que se conocía de manera teórica, pero ahora se vio aquello que se había predicho. Y lo más importante de todo lo que se vio fue un proceso que se había pensado, pero que el hombre no había entendido realmente hasta ahora: la procedencia de elementos pesados como platino, oro, tungsteno, uranio? todos los elementos que están en la parte de abajo de la tabla periódica. Ahora nos encontramos con la posibilidad de que las estrellas de neutrones estén formadas por estos elementos y su colisión sea la que los cree. Por eso es tan destacable este descubrimiento.

-¿Todo el oro de la Tierra procede de las estrellas?

- Barish: Puede ser. Claro que no lo podemos concluir, no podemos decir nada definitivo. En realidad es difícil conocer el origen de todos los elementos pesados que tenemos. Pero puede que todos ellos procedan de estas colisiones, es una idea que ha cobrado mucha más fuerza. Es una línea de investigación muy interesante para el futuro.

-Esta experiencia se ha visto como el nacimiento de la astronomía multimensajero. ¿Qué posibilidades tiene?

- Barish: La astronomía multimensajero siempre ha sido nuestro objetivo. Primero para estudiar las ondas gravitacionales, para estudiar la propia gravedad. Y en segundo lugar para observar y estudiar el universo de otra manera. En este caso concreto teníamos una teoría que no estaba confirmada: el primer fenómeno que vimos desde Fermi fue una ráfaga de rayos gamma, y la explicación teórica principal era que esta ráfaga de rayos gamma procedía de la colisión de estrellas de neutrones. Pero eso no se pudo comprobar a través de la radiación electromagnética. Había otras explicaciones posibles, pero la combinación de técnicas nos ha confirmado la fuente. Para nosotros, esto demuestra el poder de esta nueva manera de entender la ciencia.

-Otra colisión astronómica: la concesión de los premios Nobel y Princesa de Asturias el mismo año. ¿Qué implica esto para ustedes y para la colaboración científica LIGO?

- Barish: Ambos jurados utilizaron los mismos criterios para concedernos el premio. Así que quizás no es un accidente, una casualidad, haber decidido hacer este el año de la astronomía. La complicación de la ciencia que nosotros hacemos es que hay muchísimas personas involucradas. Nosotros tres somos representantes de muchísima gente que han venido trabajando en esto durante muchos años, más de cien años. Así que aquí nos están premiando nuestra colaboración.

- Weiss: Esa es una de las virtudes de este premio: aquí se reconoce la colaboración. Y eso es algo poco frecuente. La física no es algo que hagan personas de manera aislada, ya no es así.