Galicia se sitúa a la cabeza en integración de alumnos con necesidades educativas especiales (aquellos que tienen una discapacidad visual, auditiva, intelectual o motora o un trastorno generalizado del desarrollo o de la conducta) ya que el 91,7% de este alumnado estudia en un centro convencional, la mayor tasa del país, según los últimos datos del Ministerio de Educación. Eso sí, el grado de integración en colegios ordinarios varía en función del tipo de discapacidad o trastorno que tenga el menor. El mayor porcentaje de integración se da en alumnos con discapacidad motora o trastorno grave de conducta (99 y 98%) y el menor en la discapacidad intelectual (83,3%).