Tener el corazón roto es más que una frase hecha. Una situación de estrés o un impacto emocional fuerte, como la muerte de un ser querido o una ruptura sentimental, puede romper, literalmente, el corazón. Es decir, que es posible morirse de un susto o de un disgusto. El síndrome del corazón roto, también conocido como miocardiopatía de Takotsubo o miocardiopatía por estréssíndrome del corazón roto, presenta el mismo cuadro clínico que un infarto agudo de miocardio, aunque normalmente se trata de un episodio temporal que no deja secuelas.

"Sus síntomas son idénticos porque en el fondo es lo mismo que un infarto, aunque no subyace una oclusión trombótica de la arteria, sino una oclusión menor y temporal debido a un espasmo del músculo cardiaco", explica el cardiólogo Ramón Mantilla, director de la clínica Corazón Azul, pionera en Galicia en rehabilitación cardiaca.

El síndrome del corazón roto puede sobrevenir a personas sin riesgos coronarios ni factores de riesgo como el tabaquismo, la hipercolesterolemia y la hipertensión, y es más común de lo que parece. Es más, se calcula que cerca de un 2% de los pacientes diagnosticados de un ataque cardiaco sufren en realidad esta patología.

La miocardiopatía de Takotsubo afecta mayoritariamente a las mujeres. "Esto quizás se deba a que el estrés emocional es más marcado en las mujeres", explica el cardiólogo. Y es que, la teoría más aceptada sobre su causa es que el exceso de hormonas del estrés puede llevar a una difusa y temporal constricción de las arterias del corazón, causando de esta forma una isquemia del músculo cardiaco.

"Al recibir una mala noticia se produce un aumento en el nivel de hormonas relacionadas con el estrés, como la adrenalina, lo que puede provocar una vasoconstricción, en general del ventrículo izquierdo. Al hacer un cateterismo, encontramos unas arterias prácticamente normales pero al hacer una ventriculografía, al objetivar como es la contracción del corazón, vemos como si en una zona hubiera habido un déficit de riego temporal, y entonces queda una zona como si se produjera un ahuevado", explica el especialista gallego.

Precisamente a esta forma cónica que adquiere el ventrículo izquierdo tras la debilitación del músculo cardiaco le debe su nombre científico, ya que el takotsubo es un arte de pesca utilizado en Japón, país donde se describió por primera vez este síndrome en 1990, que se emplea como trampa para capturar pulpos y que tiene la forma de una vasija abombada cin el cuello estrecho.

A pesar de ser una lesión transitoria del músculo del corazón, con una duración media de 7 a 30 días, puede ser suficientemente grave como para ocasionar la muerte. Por ello, el doctor Mantilla recomienda acudir al médico ante la evidencia sintomática de un infarto. Añade que este síndrome es cada vez más habitual, debido, en gran parte, al ritmo de vida actual. "Vivimos en una sociedad muy estresada y muy frustrada, por lo que cada vez es más frecuente", alerta el médico. Los últimos casos del síndrome del corazón roto que ha atendido este especialista se debieron al fallecimiento de un ser querido, un divorcio y una discusión familiar. Las tres, mujeres de entre 35 y 60 años. El cardiólogo recomienda una revisión para confirmar que se ha recuperado la función normal y la rehabilitación cardiaca. "Los programas de ejercicios son muy beneficiosos para este tipo de pacientes", asegura.

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