El poeta y escritor Luis Alberto de Cuenca prologa y dirige la primera edición ilustrada de Sonatas, de Ramón del Valle Inclán, una muestra "de literatura plena y profundamente decadente" de las letras hispanas a la que da vida el dibujante coruñés Víctor López-Rúa.

Así describe en el prólogo De Cuenca esta recopilación de cuatro sonatas que fueron escritas por el escritor gallego entre 1902 y 1905, textos que narran fragmentos de la vida del extravagante Marqués de Bradomín, una "especie de Don Juan feo, católico y sentimental", como le describen desde la editorial Reino de Cordelia, encargada de la edición. En palabras del poeta recogidas por la editorial, este libro es la "mejor y acaso la única" muestra de literatura "plena y profundamente decadente de las letras hispanas".

Cada una de las sonatas se centran en una estación -primavera, verano, otoño e invierno- haciendo referencia a las edades del protagonista, "un ser preocupado por la estética y en constante perturbación por la "pulsión sexual", añade la editorial. "Al preparar esta edición de Sonatas -explica De Cuenca- he tenido a la vista las primeras ediciones, pero he seguido al pie de la letra el texto que ofrecen las últimas ediciones aparecidas en vida de Valle (...) No he querido incluir notas a pie de página". Y no quiso porque, según matizó, las "pocas palabras" que necesitan explicación las encontrará el lector "en cualquier diccionario o en Google". "No me parece bien alterar la relación privilegiada que ha de mantener el lector con el texto de Valle vis-à-vis, sin interferencias académicas de ningún tipo. El resultado es un texto que dirige su fecha ecdótica del s. XXI al corazón de uno de los libros más hermosos de la literatura universal".

En cuanto a las ilustraciones, López-Rúa (A Coruña, 1971) reproduce las escenas provocadoras y políticamente incorrectas de la vida del Marqués de Brandomín, un personaje al que Valle Inclán convirtió en el protagonista una de las obras más importantes del modernismo español.