Investigadores italianos lograron reconstruir el 80% de la piel de un niño gracias a un cultivo de epidermis genéticamente modificada. Un grupo de la Universidad de Módena dirigido por Michele De Luca experimentó ese procedimiento en un paciente de siete años que sufría un caso severo de epidermólisis ampular, una enfermedad que puede provocar la pérdida de la capa exterior de la piel.

La epidermis humana, que actúa como una barrera de protección contra los agentes del medio ambiente, está adherida a una capa más profunda, la dermis, que asegura a su vez la elasticidad y la resistencia del conjunto de la piel. Los pacientes que sufren "epidermólisis ampular" tienen una epidermis que no se adhiere de forma adecuada, por lo que su piel es frágil, se fragmenta y se desprende con facilidad. En los casos más graves, esa condición puede causar heridas crónicas, infecciones y cáncer de piel. El nuevo método se puso a prueba en un niño que ingresó en una unidad de quemados tras haber perdido "casi toda su epidermis".