El papa Francisco ordenó la prohibición de vender tabaco en la Ciudad del Vaticano al considerar que ningún beneficio puede ser legítimo si le está costando la vida a la gente.

El portavoz del Vaticano, Greg Burke, confirmó que el Papa decidió que el Vaticano deje de vender cigarrillos a sus empleados a partir de 2018 por el simple motivo de que "la Santa Sede no puede cooperar con una práctica que daña claramente la salud de las personas".

El Vaticano recordó que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco causa de más de siete millones de muertes al año en todo el mundo.

Hasta ahora, los empleados y pensionistas de la Santa Sede podían comprar los cigarrillos con descuento en el supermercado que se encuentra en el Estado pontificio lo que suponía una fuente de ingresos para el Vaticano."Sin embargo, ningún beneficio puede ser legítimo si le está costando la vida a la gente", es el pensamiento del Pontífice argentino según explicaron desde la oficina de prensa.

Canonización

Por otro lado, el Pontífice argentino reconoció las "virtudes heroicas" del siervo de Dios, primer paso hacia la santidad, del papa Juan Pablo I, que fue pontífice durante 33 días en 1978, informó ayer la Santa Sede en un comunicado.

El Papa aprobó sus virtudes heroicas durante una audiencia que mantuvo el miércoles con el prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, el cardenal Angelo Amato, según detalló el Vaticano.