Ni hace falta aprender recetas asiáticas ni convertirse en un chef con estrella Michelin. Para utilizar las algas en la cocina basta con cambiar el chip e incorporarlas como condimento o guarnición a platos de toda la vida. Esta es la filosofía que la dietista coruñesa Ana Amor defiende en los showcooking que realiza por la ciudad para dar a conocer las algas y su versatilidad en los fogones. "La clave es que quienes acuden a estos talleres puedan empezar a comer algas al día siguiente, sin necesidad de cambiar su dieta. Se pueden añadir a las legumbres, a la sopas de verdura, como guarnición", sostiene esta especialista que, además de talleres sobre estas plantas acuáticas, pasa consulta en la Clínica Coruña.

Amor es una gran defensora de las algas para consumo humano ya que asegura que son "un superalimento" y conviene incorporarlas a la alimentación en una época en la que triunfan las dietas "que roban nutrientes, basadas básicamente en azúcar y harinas refinadas". "Las algas tienen muchos nutrientes y ayudan a bajar el colesterol, previenen enfermedades cardiovasculares y mejoran el sistema inmunitario", señala Amor, quien reconoce que pese a que comienzan a ser más conocidas, "todavía hay mucha gente que tiene aprensión a comer algas, hay que perder el miedo".

Para quienes se inician en el cocinado de estos vegetales marinos, Amor aconseja comenzar por las algas wakame o kombu. "La wakame puede incorporarse a cualquier sopa de verduras o a una crema de calabacín y realmente después sabrá a crema de calabacín, no a alga. En el caso de la kombu es más dura y tiene una muy buena cocción con las legumbres porque permite reducir el tiempo de cocinado y también hace que sean menos flatulentas", indica esta dietista, que también aconseja comenzar por aprovechar las propiedades que las algas sueltan al caldo de cocción antes que incorporarlas al plato. "Una forma de empezar es añadirlas a la cocción de un arroz o de legumbres y retirarlas antes de tomar el plato así nos beneficiamos de los nutrientes que han pasado al agua pero sin comerlas", sostiene.

Amor, que hace unas semanas impartió un showcooking -taller de cocina y degustación de algas- en la tienda Aldea Biomarket de A Coruña, repetirá actividad en enero en el establecimiento Horta+sá. "Normalmente las principales dudas que tienen los que asisten son cuántas algas pueden consumir y cómo las cocinan", indica Amor, quien explica que "no hace falta hacer un curso de cocina para trabajar con ellas, en el propio paquete te indica cómo hacer". Y sobre la cantidad, esta dietista coruñesa asegura que se pueden consumir a diario aunque en pequeñas cantidades. "Se pueden incluir en la dieta diaria, incluso de los niños, pero poca cantidad, entre una y tres cucharadas soperas como mucho al día", indica Amor, quien explica que basta con echarlas en la cocción, picarlas y usarlas como condimento o añadirlas en las ensaladas. "Antes que recurrir a la socorrida tortilla francesa o al fast food podemos hacer algo con las algas", sostiene esta coruñesa.

Varias empresas gallegas -como Algamar y Portomuiños- están a la cabeza del país en comercialización de algas para consumo humano. "Como las verduras terrestres hay una época para recogerlas y se hace mar adentro, que nadie piense que son las que llegan a la playa", indica Ana Amor.