Alguna vez tenía que pasar y ese momento ya ha llegado. La televisión, que durante décadas consiguió reunir a la misma hora a las familias españolas en el salón de sus casas, empieza a tener los días contados. O, al menos, la forma que teníamos de consumirla.

Su formato actual, con una parrilla de programas que hay que ver a la hora en la que los ponen porque de lo contrario te los pierdes, es ya historia. Las nuevas generaciones, y las no tan nuevas, quieren ver sus series, películas y programas favoritos cuándo quieran, dónde quieran y cómo quieran. Esto último también es importante. Con la explosión de los dispositivos móviles ya no es necesario tener una televisión. Solo hace falta conexión a internet, un ordenador, un móvil o una tableta.

No hay que olvidar que el 78% de los españoles se conecta a diario a internet y que el 70% tiene un smartphone. Estos porcentajes superan el 90% entre los más jóvenes.

Por primera vez en España, los ordenadores han desbancado a la televisión. Según el informe La Sociedad en Red, elaborado por el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información del Ministerio de Industria, los españoles ya tienen en sus casas más ordenadores que televisiones.

A finales del pasado año, el 84,9% de los hogares disponía de un ordenador. Por primera vez, el porcentaje de televisiones es inferior (84,3%). Este dato es importante porque solo hace dos años estos aparatos estaban en el 99,2% de las casas españolas.

Y buena parte de la culpa de este declive la tiene la nueva forma de consumir la televisión. En los últimos años han irrumpido con fuerza las plataformas de televisión bajo demanda. Estos servicios a la carta (Netflix, HBO, Movistar+, Vodafone, Orange Televisión?) no paran de conseguir nuevos usuarios.

De entre todas las ventajas que ofrecen, la posibilidad de visualizar los programas cuando se quiera, dónde se quiera y con el dispositivo que se quiera es la mayor utilidad según el 78% de los encuestados españoles. Y además se acabó tener que esperar una semana para poder ver el próximo capítulo de nuestra serie favorita. Visionar todos los episodios del tirón es otra ventaja que apoya el 65%. ¿Cómo sería la vida sin poder darte el atracón de ver la última temporada de Juegos de Tronos en una sola tarde con tus amigos?

El boom de estas plataformas de vídeo bajo demanda no hace presagiar un futuro cómodo para la televisión convencional, por lo que se verá obligada a adaptarse a las nuevas necesidades de los consumidores o desaparecer en el intento. La gran mayoría de ellas ya ofrece la opción de poder ver sus programas a la carta, pero aún tiene otro problema que solucionar.

Esta novedosa forma de consumir televisión abre un interrogante: ¿qué sucede con la publicidad? Las televisiones tienen ante sí un nuevo desafío que consiste en buscar nuevas vías para hacer llegar la publicidad a un público que no es muy receptivo a los anuncios. El 65% de los encuestados revela que si tuviese la posibilidad bloquearía la publicidad. No obstante, según datos de Deloitte18, solo una minoría (un 20%) de los más de 3.400 millones de dispositivos móviles ( smartphones y tabletas) que hay en el mundo tienen la función de ad-blocking (archivo que bloquea la publicidad) integrada en su sistema operativo.

Pero mientras arreglan el problema de la publicidad, los usuarios no esperamos: es la hora de decir adiós a la televisión convencional y de dar la bienvenida a la televisión a la carta.