Más de 300.000 menores crecen en España sin el cuidado y la protección que necesitan y uno de cada 25 está en riesgo de perder el cuidado parental, según Aldeas Infantiles SOS. De este modo alertó ayer el presidente de la entidad, Pedro Puig, con motivo del Día Universal del Niño, que se celebra el próximo lunes. Según la organización, se trata de una estimación "conservadora", en base a los datos recogidos en diversos informes del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. De hecho, un total de 42.628 niños han perdido el cuidado parental y viven bajo una medida de protección, ya sea de acogimiento residencial o familiar.

"Estas cifras impactan porque no parece que en España pueda haber una situación así, pero lo cierto es que a día de hoy todos nuestros recursos están colmados", asegura ayer José Antonio Zaldívar Álvarez, director de Aldea Infantil SOS de Redondela (Pontevedra), la segunda que se creó en España. Es más, añade que si dispusieran del doble de plazas estarían prácticamente cubiertas.

Aldeas Infantiles SOS atendió 25.559 niños y jóvenes en 2016 en España a través de sus programas de protección (999 niños), de prevención (5.078 familias) y de apoyo a la autonomía (1.081 jóvenes), dirigido a conseguir su integración social y laboral. Y su reto para 2020 es lograr que 35.000 niños crezcan en un ambiente familiar protector.

Según esta organización, uno de cada tres niños está en riesgo de pobreza o exclusión social además alertan de que cada día 37 niños son víctimas del maltrato infantil en el ámbito familiar y que casi el 40% de los jóvenes está en el paro. En este sentido, recuerdan que España ocupa el tercer lugar en Europa en pobreza infantil. Por ello, reclama un pacto de Estado por la infancia.

Según Zaldívar, la pobreza, el maltrato físico, el psicológico, el abuso sexual y la negligencia entendida como la privación de las necesidades básicas de los niños son las causas que provocan que un niño sea separado del núcleo familiar.

En 2016, 80 menores vivían en los cuatro centros de día que Aldeas Infantiles SOS tiene en Galicia y 101, en acogimiento familiar. "Antes de aplicar una medida de protección en un centro residencial siempre se estudia la posibilidad de que alguien de la familia, ya sea materna o paterna, se haga cargo del niño, y Aldeas da apoyo y asesoramiento a estas familias dentro del programa de acogimiento en familia extensa", explica.

Según Zaldívar, que dirige el centro redondelano desde el 1 de julio de 2016, la razón es causar el menor impacto emocional al pequeño. "Separarse de los padres es una experiencia muy traumática", afirma. La primera semana en el centro residencial es, explica, la más difícil, tanto para el niño como para el personal que convivirá desde ese momento con él. Sin embargo, lo más habitual también es que el pequeño se acostumbre a su nueva situación en poco tiempo.