Los nuevos criterios para ser profesor y catedrático universitario son "más duros". La comunidad universitaria gallega coincide en que a partir de ahora será "más difícil" acceder a una plaza y avanzar en la carrera docente. El Ministerio de Educación, a través de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca), acaba de publicar los nuevos requisitos que se exigirán para ser docente de Educación Superior, listos para entrar ya en vigor.

En lugar de puntuación numérica el nuevo sistema establece una escala de letras, de la E a la A. Se necesita alcanzar la B en investigación y docencia para conseguir la acreditación necesaria para ser docente. Además, antes se ponderaban cinco áreas de conocimiento y ahora se establecen 21 comisiones. Para ser profesor titular, por ejemplo, se pedirán más publicaciones en siete de las 21 áreas. Quienes aspiren a catedrático también han de presentar más trabajos publicados en 18 áreas.

Con las condiciones que ahora entran en vigor será más difícil llegar a profesor y a catedrático. Para ser profesor de Ciencias Sociales, por ejemplo, se exigen 20 publicaciones y siete artículos de revista y para ser catedrático hasta ahora se pedían 16 artículos en revistas y ahora, con los nuevos criterios, en Derecho, por ejemplo, es necesario ser autor de cuatro monografías, 15 artículos y 15 capítulos de libro.

La publicación de varios libros es uno de los asuntos más cuestionados por docentes consultados. "Se pone como condicionante para evaluar las publicaciones que estén indexadas en grandes publicaciones, es decir, con un componente comercial claro", comenta Alba Nogueira, profesora de Derecho Público de la Universidade de Santiago. Explican los profesores consultados que en una publicación en una gran editorial "pueden entrar otros factores en juego vinculados a intereses comerciales". Coinciden en que, a veces, "la calidad no es el criterio que más se pondera", si bien convendría estudiar cada caso. Creen que para justificar "tantos trabajos de investigación y publicaciones" hace falta una mayor dedicación y más años. "Parece una carrera de obstáculos porque lo que está claro es que el acceso es más difícil. Además, hay que recordar que somos de los cuerpos que más nos sometemos a evaluaciones y controles a lo largo de nuestra carrera", expresa Nogueira.

Para Ana Pita, profesora de Derecho Financiero y Tributario, "el número de publicaciones no acredita ni el acierto en la investigación, ni las posibilidades de aplicación o transferencia de dicha investigación ni el interés que pueda despertar dicho trabajo". Para Pita, los nuevos criterios "ponen dificultades en el acceso" a la categoría de profesor y catedrático y "retrasan la edad".

Un año atrás la Aneca había realizado un avance de estos criterios pero quedó paralizado ante la negativa de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) y de varios sindicatos. Para Nogueira, los nuevos criterios supondrán "un desincentivo" para muchos profesionales que, "al verlo tan lejos en el tiempo o incluso imposible de alcanzar", desistirán. "Esto significa que no darán todo lo que pueden en su carrera docente-investigadora", expresa la profesora de Derecho Público de la USC. Considera que el nivel de exigencia es "desproporcionado: se manda un mensaje malo "al que se quiera incorporar". Para esta profesora, se nota especialmente en Ciencias Sociales. "Hay que añadir que, pese a los recortes en los últimos años, el nivel de producción científica de las universidades gallegas es muy alto", puntualiza.

Destaca esta profesora universitaria gallega que se producen incoherencias en los criterios, como pedir horas impartidas en posgrado o valorar ser investigador principal de proyecto.

Uno de los aspectos positivos tras la negociación es que se introduce una segunda vía para que aquellos aspirantes que completen el 75% de los requisitos puedan sumar méritos complementarios u otras aportaciones, como asistencia a congresos o participación en proyectos, para alcanzar finalmente el objetivo.