Una pareja exige al Servicio Madrileño de Salud 200.000 euros tras haber desaparecido las muestras de semen que permanecían congeladas en un hospital desde hacía 16 años, cuando a él le diagnosticaron un cáncer, para poder tener hijos biológicos en el futuro.

Todo comenzó en 2001 cuando a Javier, que tenía 23 años, le diagnosticaron un cáncer y decidió congelar su semen. En 2015 lo reclamó para tener un hijo con su pareja y desde el hospital le comunicaron que no encontraban las muestras.