Son masas benignas causadas por el virus del papiloma humano y que suelen desaparecer de manera espontánea. Se consideran inofensivas, pudiendo presentarse en diferentes partes del cuerpo y a cualquier edad, aunque con menor frecuencia en los niños. Debemos tener cuidado porque son contagiosas al contacto.

La verruga más típica aparece como un crecimiento redondo u oval con una superficie áspera que se levanta sobre la piel que la rodea y cuyo aspecto es de piel "arrugada" de color variable desde claro a negro (aunque es poco frecuente). Pueden resultar desagradables (si se ubican en zonas visibles o son de gran tamaño) e incómodas (sobre todo las que se forman en las plantas de los pies).

Podemos hablar de diferentes tipos:

-Comunes, que aparecen normalmente en las manos, aunque pueden presentarse en otras zonas. No suelen plantear problemas porque no son molestas salvo si se localizan en zonas sometidas a presión o fricción y se irritan por el frotamiento.

-Planas, las más frecuentes en los niños (frente y cara)

-Plantares, en las plantas de los pies. Si hay un elevado número pueden causar problemas al caminar

-Subungueales y periungueales, por debajo o alrededor de las uñas de manos o pies

-Genitales, que se pueden contagiar con facilidad, por lo que no se deben mantener relaciones sexuales sin protección para evitarlo

Si observas su aparición debes acudir al médico para que las analice y valore. Aunque pueden desaparecer espontáneamente, el proceso va a durar meses o años, por lo que es más recomendable tratarlas médicamente. En todo caso, no desesperes porque suelen volver a salir en la misma zona o en cualquier otra.

Existen varios tratamientos que deben ser pautados por el especialista, ya que no están claros los beneficios ni la metodología más adecuada. Además, no todos los productos o terapias son válidos para todos los tipos de verrugas y las zonas en que se ubican. Los estudios señalan que el tratamiento tópico con ácido salicílico, la crioterapia y la inmunoterapia de contacto (dinitroclorobenceno) pueden ser eficaces. No deben ser usados sin consejo médico y no pueden aplicarse en cualquier lugar, destacando los siguientes:

-Ácido salicílico (20-40%), es un queratolítico que debe aplicarse sobre la verruga húmeda (tras la ducha y el secado suave) y taparla con una tira adhesiva (6 días de la semana). Se deja actuar 24 horas, se lima la superficie, se humedece y seca suavemente y se vuelve a aplicar el ácido. Es un tratamiento a largo plazo (meses) y que debe hacerse diariamente

-Glutaraldehído en forma de gel o solución acuosa que se debe aplicar con cuidado. De uso similar al anterior, no está indicado para cara o genitales

-Una tira de esparadrapo para tratar las verrugas periungueales 6 días, el séptimo se destapa y se tapa de nuevo hasta que desaparecen

-Crioterapia, consiste en destruir las células infectadas congelándolas utilizando nitrógeno líquido por diferentes mecanismos. Suele hacerse en la consulta médica, aunque hay a la venta en farmacias aerosoles de tamaño pequeño para aplicarlo a domicilio siguiendo las instrucciones. Debe evitarse en la cara, genitales o menores de 4 años

-Nitrato de plata, se aplica diariamente y puede provocar una cicatriz pigmentada residual en la zona tratada

-Cirugía, para pacientes en los que hayan fallado los tratamientos anteriores o prefieran usar este método. Debe ser decidida por el médico, no únicamente por deseo del paciente

-Láser, en diferentes modalidades puede ser muy eficaz para tratar cierto tipo de verrugas

Un buen consejo es evitar el contagio entre personas o a uno mismo y limar la verruga cuando está húmeda, por ejemplo tras la ducha, antes de aplicar el medicamento. La lima que hayas utilizado debe ser lavada escrupulosamente y no ponerla en contacto con otros objetos de aseo personal.

Las complicaciones más frecuentes se relacionan con la recidiva (vuelven a salir una vez eliminadas), diseminación (porque aparecen de manera más extensa) o la formación de cicatrices tras ser extirpadas.

Consulta con el médico si percibes signos de infección (pus, sangrado, etc...), observas un cambio de color o de forma, eres diabético, te duele, se localizan en los genitales o el ano o padeces enfermedades relacionadas con el sistema inmunitario debilitado.