La presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, Ángeles Carmona, profundiza en los cambios en materia de malos tratos que trae consigo el Pacto de Estado, haciendo especial hincapié en la ampliación del concepto de violencia de género -incluyendo ahora los delitos contra la mujer por el hecho de ser mujer- y la supresión de la atenuante de confesión para los asesinos en esta materia.

-Denuncia la gravedad que supone que un asesino se jacte de lo que hizo y obtenga, aún encima, una atenuante de confesión.

-Sin duda es uno de los puntos más importantes a tratar en este Pacto de Estado. Desde el observatorio lo llevamos pidiendo desde hace varios años; hemos visto que en la mayoría de las sentencias condenatorias por delitos y homicidio y asesinato se aplica esta atenuante. En muchos casos la respuesta del asesino es de llamar a las fuerzas de seguridad y entregarse y en muchas ocasiones justifican el delito, culpabilizan a la víctima, reivindican el hecho e incluso se jactan. Por ello siempre pensamos que esta situación jamás debería favorecer al asesino, y más porque esto se traduce en una rebaja de hasta 4 o 5 años de la pena privativa de libertad. Lo explicamos ante la comisión tanto del Congreso como del Senado, y por ello está incluido en Pacto de Estado; será necesaria ahora una reforma del Código Penal y esperamos que sea cuanto antes.

-En el proceso de formación los abogados pasarían a cumplir una doble función: asesores jurídicos y también psicólogos.

-Es que muchas ocasiones, la primera persona que atiende a la víctima de violencia de género es el abogado. Por ello desde el Observatorio hemos incidido en la necesidad de que estos profesionales estén especializados porque la violencia de género tiene muchos flecos, y es muy importante saber cómo atender a una mujer que está en estas circunstancias; primero para que se atreva a denunciar y luego para acompañarla en todo el procedimiento. El proceso es muy difícil, muy arduo, la mujer tiene mucho miedo, vergüenza o incluso sentimiento de culpa porque el maltratador se ha ocupado de hacerla sentir culpable, por ello las personas que están a su lado deben estar especializadas y desde luego tener una especial sensibilización y conocer de primera mano cuáles son los efectos tan terribles de la violencia de género para saber cómo afrontarlos.

-La estadística evidencia que solo se conocen el 30% de los casos reales de violencia, ¿cómo hacer para que el resto salgan a la luz?

-Aquí es muy muy importante la implicación de las personas que están cerca de ellas. A las mujeres que son víctimas de violencia física se les nota perfectamente, pero las que lo son de violencia psicológica también, por ello las personas de su entorno deben apoyarlas para salir de ahí, es difícil dar el paso, pero por lo menos que se sientan apoyadas. El maltratador tiene que sentirse aislado; es importante que su círculo esté sensibilizado con esta mujer y que la apoyen.

-Y las campañas públicas.

-Por supuesto, desde luego las instituciones tiene la labor más importante: trasladar a la sociedad los servicios de los que disponemos y mostrar que se trata de un problema de todos. Todos tenemos una hija, madre, hermanas, y tiene que saber los efectos que cause en las mujeres y niños. La implicación de todo el mundo es imprescindible.