La exposición "Manolo Blahnik: el arte del zapato", donde la creatividad y la belleza de los diseños creados por este artesano de los pies lucen en grandes vitrinas, se inaugura mañana en el Museo de Artes Decorativas de Madrid. La muestra abarca los más de 45 años de trabajo del creador, y él mismo la ha definido hoy como "la más personal y emotiva de todas". "Es un gran honor estar en este templo del arte", ha dicho Blahnik en rueda de prensa.

Con motivo de esta muestra, Blahnik (Santa Cruz de La Palma, Canarias, 1940) ha ofrecido diversas entrevistas a lo largo de la jornada. En la que mantuvo esta tarde con Julia Otero en Onda Cero ha mostrado su admiración por los zuecos gallegos. Asegura que le "encantan" y, de hecho, que todo nuevo zapato que crea tiene cierto vínculo con los zuecos. Y es que, según ha explicado a la periodista, el primer paso en el proceso creativo es tallar los nuevos modelos en madera, algo que le recuerda especialmente a este calzado tradicional de Galicia.

Blanhik reconoce no ser consciente de si es profeta en su tierra, pero, con su habitual sentido del humor, ha advertido que, "por lo que estamos vendiendo, sí". Fiel a su espíritu curioso, asegura que le faltan "tantos zapatos por hacer" que espera que le queden "muchos años de vida".

"Muchos genios españoles forjaron mi vida interior", ha argumentado, recordando cómo su madre le leía poemas de García Lorca y ha añadido que fueron ellos los que inspiraron algunos de sus famosos zapatos. Pero también los escritores y el cine crearon en él un hilo argumental gracias al cual han nacido diseños suyos emblemáticos, a pesar de que reconoce que es "la mujer", y resaltar su belleza, lo que siempre le "estimula".

Mujeres c omo Lola Flores, a la que homenajeó con una de sus creaciones, hoy expuesta, Paloma Picasso, Bianca Jagger o María Calas. Y otras como Jessica Lange o Emma Suárez, "una actriz española que me gusta mucho", dice. Aunque el creador reconoce que la juventud no le inspira, sabe reconocer nuevos talentos. "Hay gente nueva que difumina en sus creaciones los géneros; a veces se cae en lo grotesco, pero otras está muy bien hecho", apunta y hace referencia a Palomo Spain, al que conoció hace poco y al que augura un futuro dentro del mundo de la moda.

En esta muestra se exhiben 80 dibujos originales del diseñador, provenientes de su colección privada, compuesta por más de 30.000 piezas, y una selección de 212 zapatos, de la talla 37, "prototipos", explica Cristina Carrillo de Albornoz, comisaria de la exposición, que ha sido coordinada por Debra Smith y ha contado con la colaboración de Vogue España. La comisaria considera a Blahnik un revolucionario del diseño de zapatos en el que confluye la "moda y el arte". "Objetos de calidad y gran belleza con una historia individual que contar", ha matizado.

Carrillo de Albornoz señala cómo en un universo tan pequeño como un zapato Blahnik sabe crear un "universo único en el que plasma sus obsesiones" por el personaje literario de madame Bovary, el monumento de El Escorial o la figura de Alejandro Magno, un diseño en el que invirtió dos años y con cuyo resultado se dio cuenta de que había captado "su esencia y podría calzar perfectamente" el macedonio. El diseñador ha recordado con cariño su primera creación, un "desastre", y unos zapatos con lunares que hizo en alusión a sus orígenes y a su amor por el flamenco, los cuales le gustaron a "Saint Laurent, pero a nadie más", y prefiere olvidar otros muchos de los que se "arrepiente".

La creación de este "dibujante de zapatos", como le gusta definirse, se fija sobre tres ejes: la construcción, su diseño y la fusión de materiales, detalles que se pueden contemplar hasta el próximo 8 de marzo de 2018 en el Museo de Artes Decorativas de Madrid. Una exposición que recala en la capital, donde mañana abrirá sus puertas, "ampliada", según explica, después de haber pasado por San Petersburgo, Praga y Milán.