Fomentar la autonomía personal de los mayores y prolongar el tiempo que pueden vivir solos a la vez que se les da la garantía tanto a ellos como a sus familiares de que, ante cualquier emergencia, rápidamente serán atendidos. Este es el objetivo de los tres principales servicios de teleasistencia teleasistenciaque ofrece la Xunta y de los que se benefician en la actualidad 5.164 usuarios, según los datos de Política Social. Una cifra que casi se duplicará el próximo año y para lo que el Ejecutivo gallego destinará 2,9 millones de euros. "La previsión es incorporar 5.000 nuevas altas a estos servicios en 2018", indican desde el departamento de José Manuel Rey Varela.

Teleasistencia básica. El sistema clásico está destinado a personas mayores o con discapacidad que vivan o pasen gran parte del día solas y que mantengan cierto grado de autonomía que les permita pulsar el botón de alarma en caso de emergencia. El equipo necesario para este tipo de teleasistencia es un terminal fijo -conectado a la línea telefónica- y un telemando móvil (normalmente en forma de colgante) que dispone de un botón. Ante cualquier problema, basta apretarlo para conectar a través del manos libres con la central de Cruz Roja -que gestiona el programa-, en donde los operadores movilizarán los recursos necesarios en función de la emergencia (familiares, bomberos, sanitarios, etc.). Pero el sistema no funciona solo de manera unidireccional. Los técnicos realizan llamadas periódicas para comprobar que la persona mayor o dependiente se encuentra bien y existe también la posibilidad de contar con una especie de agenda, de modo que se recuerda a los usuarios la toma de medicamentos o cuándo tienen que ir al doctor.

Teleasistencia plus. En función de las necesidades del usuario, se puede precisar un sistema que no solo active el protocolo cuando se alerta de una emergencia. La teleasistencia plus va más allá y por ello se realiza una monotorización de la vivienda del usuario. Se instalan unos sensores en lugares claves que ofrezcan información sobre sus hábitos como la nevera o el dormitorio. De este modo es sencillo detectar un posible accidente como una caída o cualquier otro problema si el usuario no abre durante determinadas horas la nevera o si se comprueba que no se ha levantado.

Programa de localización. La Xunta cuenta con un programa específico para vigilar a aquellas personas que presentan cierto deterioro cognitivo por alzhéimer u otras demencias y que corren el riesgo de desorientarse. El objetivo es que estos pacientes puedan mantener sus hábitos y salir a la calle sin problemas. Para ello se recurre a un equipo que integra un teléfono móvil con tecnología GSM y un módulo de localización geográfica vía satélite (GPS). El usuario llevará el terminal en un cinturón con un dispositivo que evitará su manipulación y saltará una alarma a la central en el caso de que el usuario salga del área delimitada por la familia.