Johnny Hallyday falleció de cáncer a los 74 años y ha vestido de luto a Francia. Lo consiguió todo con la música y fue el gran importador del rock anglo en el mercado de habla francófona. Él fue quien transportó a su modo de hacer las canciones de Elvis, con quien lo comparaban y del que era fiel seguidor, o quien versioneaba los twist. Todo eso convirtió al actor y cantante francés, hijo de modelo y artista, nacido en París y casado en primeras nupcias con la también artista Sylvie Vartan, en un referente de la escena francesa.

Jean-Philippe Léo Smet, nombre real de Hallyday, era rockero de liturgia y, por tanto, de todos los excesos. Consiguió lo que nadie: colocar sus canciones en lo alto de las listas de éxitos y vender cantidades industriales de discos, tantas que tuvo 18 discos de platino. Todo un hito.

Como explicó su actual mujer, este popular músico francés se fue como siempre hizo todas las cosas "con dignidad" tras padecer un cáncer de pulmón que ya le había provocado otras crisis e ingresos en hospitales.

Lo mismo que destacó en ventas y éxitos discográficos lo hizo en directo, con conciertos siempre muy potentes en los que sudaba la camiseta hasta la extenuación. Y sus fieles vibraban con piezas tan significativas como Quelque chose de Tennessee, Ma gueule, L'Idole des jeunes o Requiem pour un fou y, claro, algunas de las versiones de clásicos como una muy atinada de Black is Black de Los Bravos, fundados por Manolo Díaz.

No solo tuvo esa relación con España, ya que también colaboró con Loquillo en el álbum Balmoral, álbum en el que hay composiciones de Igor Pasakual. Hay que sumar otras perlas, como sus Zapatos de gamuza azul o su particular Let's Twist Again (Viens danser le twist), o su versión de La casa del sol naciente, entre decenas de piezas que abarcan diversos géneros (tiene 900 canciones).

Ha sido, en fin, la seña de identidad de varias generaciones de franceses, incluida la del presidente Macron, a quien Laeticia, la esposa de Hallyday, comunicó personalmente su muerte. El presidente francés ratifica esa tesis de que nadie como Johnny Hallyday importó la escena rock en Francia. "Hizo entrar una parte de los Estados Unidos en nuestro panteón nacional. De Johnny Hallyday no olvidaremos ni el nombre, ni el pico, ni la voz, ni sobre todo las interpretaciones que, con ese lirismo bruto y sensible, pertenecen ahora plenamente a la historia de la canción francesa", destacó en un comunicado que ayer recogía la agencia Efe.

Y ciertamente Francia está convulsa por la muerte de este músico de rock, con espontáneas vigilias con su imagen, flores y coronas en su memoria por las calles de su ciudad, París.