La Xunta dio ayer luz verde a la reforma de la Lei de Saúde,reforma de la Lei de Saúde una normativa que ha generado una fuerte contestación social por la supresión de áreas sanitarias y el temor al desmantelamiento de los hospitales comarcales. Esta ley modifica una anterior del año 2008 en la que se contemplaban un total de once áreas sanitarias. En la actualidad la sanidad ya se reorganiza en torno a siete Estructuras Organizativas de Xestión Integrada (EOXI). Y con la reforma se transforman estas siete EOXI en siete áreas sanitarias, suprimiendo así las cuatro que recogía la norma anterior (O Barco, O Salnés, Cervo y Monforte). Además habrá 14 distritos, que tendrán como cabecera a cada uno de los hospitales comarcales y que, según defendió el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, quedarán "blindados".

"Ningún gobierno podrá disminuir o eliminar un hospital comarcal en Galicia si no es por ley y por autorización parlamentaria", defendió tras el Consello de la Xunta el presidente del Ejecutivo gallego.

El Colegio de Médicos de Pontevedra se había mostrado especialmente combativo con la nueva Lei de Saúde pues temían que la norma abriese la puerta a la desaparición o desmantelamiento del área pontevedresa. Durante las negociaciones con la Consellería de Sanidade le arrancaron el compromiso de que no sería así. Pero en todo caso, los facultativos de Pontevedra pidieron mayores garantías y, entre sus alegaciones, reclamaron que se incluyera en la norma la siguiente redacción: "el ámbito geográfico de cada área sanitaria se establecerá a través del correspondiente mapa sanitario, que será aprobado por el Consello de la Xunta sobre la base de la distribución territorial y la estructura administrativa contemplada en el Estatuto de Autonomía".

La aprobación de la Lei de Saúde pilló ayer al Colegio de Médicos de Pontevedra por sorpresa y todavía tiene que revisar el borrador definitivo para saber si aceptaron sus alegaciones.

En todo caso, el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuíña, explicó ayer que sí se introdujeron cambios en la redacción inicial a petición de los facultativos. "Nos pidieron que pusiéramos nombre y apellidos a los distritos y así lo hicimos", aseguró: A Coruña, Cee, Ferrol, Santiago, Barbanza, A Mariña, Lugo, Monforte, O Barco, Ourense, O Salnés, Pontevedra, Verín y Vigo.

Además aclaró que dentro de cada área no habrá ningún distrito que prevalezca sobre el otro, es decir, Pontevedra no tendrá más rango que O Salnés ni al contrario.

También a petición de los médicos se modificó la redacción referente a la creación de áreas sanitarias, de manera que en lugar de estar condicionadas por "los recursos existentes", se tendrán en cuenta "las necesidades existentes". Almuíña garantizó que no se van a desmantelar los hospitales comarcales, sino que, por el contrario, se incrementarán los servicios que prestan. Y recordó que el desarrollo de las EOXI permitió que se invirtieran unos 20 millones de euros en estos centros y se evitaran alrededor de 260.000 desplazamientos desde las comarcas al área principal para recibir atención sanitaria.

Pero, además de la reorganización territorial de la sanidad, la nueva Lei de Saúde establece que habrá concursos de traslados abiertos y permanentes. Esto significa que los profesionales no tendrán que esperar dos años a que se convoque un concurso de traslados para cambiar de plaza. Cada vez que se produzca una jubilación, ese puesto que queda vacante se ofertará "automáticamente" al resto del personal del Sergas. El conselleiro cree que podrá hacerse dos o tres veces por año.

Críticas de la oposición

La norma facilitará una mayor movilidad de los profesionales dentro de las áreas, siempre que quieran voluntariamente. Y además se incrementarán los mecanismos de participación social en las decisiones del sistema sanitario mediante la creación de consejos de salud en cada área y en cada distrito, en los que participarán concellos, pacientes y organizaciones profesionales.

Pero la reforma de la Lei de Saúde no convence a la oposición. El PSdeG acusó ayer al presidente da Xunta de "consumar un ataque deliberado contra los hospitales de las áreas sanitarias eliminadas y sus pacientes".

Por su parte, la nacionalista Ana Pontón cree que la norma "es un paso más en la agenda del PP para seguir con más recortes en la sanidad pública gallega".