Una pregunta de la eurodiputada gallega Lidia Senra al Parlamento Europeo Lidia SenraParlamento Europeo en la que cuestionaba la seguridad de las vacunas ha vuelto a poner el foco sobre un movimiento, todavía muy minoritario, pero que ya preocupa a los médicos: los bautizados como antivacunas, colectivos que deciden no inmunizar a sus hijos contra las patologías recomendadas en el calendario de vacunación infantil al alegar que existen riesgos para su salud o que no son necesarias ya que esas patologías son de baja incidencia. Especialistas en medicina preventiva y pediatras gallegos lo tienen claro: las vacunas son unos de los fármacos más seguros del mercado. "Pocos medicamentos han sido tan estudiados como las vacunas ya que se administran cada año a millones de niños sanos de todo el mundo", sostiene la pediatra y expresidenta de la Asociación Galega de Pediatría de Atención Primaria (Agapap), Teresa Valls. "Como cualquier fármaco pasan una serie de controles y estudios sobre su eficacia y sobre su seguridad", añade la jefa del Servicio de Medicina Preventiva del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac), María José Pereira.

"Las vacunas tienen efectos colaterales, contraindicaciones y muchos efectos secundarios", aseguraba Lidia Senra en su apelación al Parlamento Europeo. Los posibles riesgos para las salud son uno de los principales argumentos entre quienes cuestionan vacunar a sus hijos. Un argumento que para los sanitarios no se sostiene. "Ningún fármaco es 100% seguro, como tampoco podemos afirmar que todo lo que respiramos o comemos tenga riesgo cero", señala la pediatra Teresa Valls, quien añade: "Pero las vacunas, por aplicarse a niños sanos, tienen un mayor control y menos riesgo que otros fármacos. Quienes alegan a la falta de seguridad realmente es que no están bien informados". "Se realizan estudios y controles y si los efectos superan a los beneficios, la vacuna no sale al mercado. Del mismo modo, hay controles de vigilancia periódicos y si se detecta algún problema, la vacuna se retira", indica la doctora Pereira.

Para ambas, la eficacia de las vacunas está más que contrastada. "Hay enfermedades que casi no recordamos como la rubeola o incluso erradicadas como la viruela que tienen esta baja incidencia precisamente porque hace años que se vacuna contra ellas", indica María José Pereira, quien resalta que cumplir con el calendario de vacunación no solo beneficia "a nivel individual a cada niño sino a nivel global ya que impedimos que circule un determinado virus". Por ello, alerta de que quienes defienden elegir entre vacunas sí o no, pueden poner en riesgo al conjunto de la población. "El movimiento antivacunas está relacionado con el resurgir de ciertas patologías como el sarampión del que ha habido brotes en varios países", señala Pereira. Una opinión que comparte Valls. "Los niños no vacunados se benefician de que hay una inmunidad de grupo, de que no circulan los virus" porque la mayoría de pequeños sí se han vacunado. "Pero si muchos dejan de vacunarse o aparece el virus y afecta a uno se abre un nicho porque el que puede avanzar y aparecen los brotes", resalta la doctora Pereira. "Si la gente dejase de vacunarse habría millones de muertos en todo el mundo", sentencia Valls. Los médicos gallegos recuerdan además que muchas de estas patologías que se mantienen bajo control con la vacunación masiva pueden tener graves consecuencias. "El sarampión tiene una mortalidad baja, pero hay niños que se mueren por esta dolencia en los últimos años en Europa. Hace poco un menor catalán no vacunado falleció por difteria", dice Valls.

La vacunación no es algo obligatorio en España y pese a que aconsejan a los padres que inmunicen a sus niños, se muestran reticentes a que tenga que hacerse a la fuerza. "Es un tema muy controvertido. Solo entiendo la obligatoriedad en determinados casos cuando se pone en peligro la salud pública, es decir, un brote", indica Pereira.

Los sanitarios gallegos reconocen que los movimientos antivacunas crecen en toda Europa, algo que atribuyen a la "moda de las medicinas alternativas" y al auge de sus mensajes en las redes. "No se le puede dar validez a toda la información de internet y ahí los sanitarios deberíamos hacer más campañas informativas", indica Pereira.