Reconoce que en los libros infantiles, hoy en día, el texto tiene tanto peso como la ilustración y es tan importante "la historia que se cuenta como que sea bonito". Bajo esta premisa, una de las propietarias de la librería Berbiriana, Alejandra de Diego, hace dos recomendaciones para los más pequeños de la casa. El gato que no bajaba del sillón, "que forma parte de una colección con ilustraciones muy bonitas en donde se habla de la amistad y hay un misterio, porque aparece una bestia". Otra opción son álbumes ilustrados en países extranjeros en la década de los 60, 70 y 80 y que ahora se editan en España. "Es el caso de Un canguro polo Nadal, un clásico de 1962 con ilustraciones de James Flora, en donde una niña recibe un curioso regalo y vive aventuras en la ciudad con él en la ciudad. Es de cero a 99 años", sostiene.

Y en lado contrario, a partir de los 12 y 13 años o ya en la adolescencia, desde esta librería apuestan por Los imaginarios, "un libro sobre una niña que tiene un amigo imaginario en el que se destaca la amistad pero también potencia el imaginario y para leerlo hay que ser valientes porque tiene un toque de miedo e intriga que engancha a seguir leyendo", indica De

Diego, quien también recomienda el cómic Aquí vivió: historia de un deshaucio, en el que se narra la historia de una niña que se cambia de casa y descubre que la anterior inquilina era una anciana que fue desahuciada.