Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas han descubierto que la cantidad de proteínas en la dieta puede ser un factor importante en la prevención del cáncer colorrectal en distintos grupos de riesgo, actuando en un doble sentido. Por una parte, quienes ya padecen una enfermedad inflamatoria intestinal podrían beneficiarse de una dieta rica en proteínas. Por el contrario, un bajo consumo de proteínas puede ser lo mejor para aquellos que presentan una predisposición genética a sufrir cáncer de colon. Además, el trabajo revela por qué un determinado tipo de fármacos empleados contra el cáncer colorrectal, los inhibidores de mTORC1, son inefectivos en algunos pacientes, lo que "abre vías para optimizar y personalizar los tratamientos", escriben los investigadores en Cell Metabolism.