Si la prueba del talón permite descubrir en bebés enfermedades de tipo endocrino o metabólico cuya detección precoz mejora la calidad de vida de los niños y su futuro, otro de los cribados que realiza el Sergas con carácter universal -de hecho, Sanidade asegura que examina a casi el cien por cien de recién nacidos en la actualidad- es el de la sordera. Bajo su amparo y desde que echó a andar en 2002 más de 244.000 bebés gallegos han pasado el examen que determina si sufren o no hipoacusia al buscar la existencia de respuesta eléctrica cerebral a estímulos sonoros.

El Sergas estima que esta disminución de la percepción auditiva, que perjudica mucho a los más pequeños dado que en los primeros tres años es cuando adquieren el lenguaje y el habla, oscila en Galicia entre el uno y el dos por mil. El programa permitió detectar de forma precoz -lo que permite actuar en rehabilitación a edades tempranas- hipoacusias en 239 niños.