Recuperar la línea tras los excesos navideños sin ponerse a dieta no es misión imposible. Especialistas en endocrinología y nutrición aseguran que basta con volver a los hábitos alimenticios del resto del año -siempre que sean saludables- y hacer algo de ejercicio para decir adiós a unos kilos de más que nadie debería haber cogido.

La experta en nutrición Begoña López Llano considera que el comienzo del año es una "buena oportunidad" para mejorar para siempre los hábitos de alimentación e ir más allá de hacer una dieta para perder los kilos acumulados por los excesos navideños. López Llano, directora del Máster en Nutrición, Obesidad y Técnicas Culinarias de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), sugiere que cambiar la alimentación es un buen propósito para 2018.

Aunque a la mayoría le entra miedo enfrentarse a la báscula después de Navidad, "lo ideal sería no pasarse con la comida durante todo el año", reflexiona. "El problema es que no sabemos comer bien durante el resto del año, por ello, en vacaciones o cuando hay una fiesta, aumentan todos esos fallos de educación alimentaria", constata. Entre las pautas para una buena alimentación, destaca por "recuperar el tiempo", tanto para cocinar la comida como para después comerla sin prisas. "En general, comemos rápido y tomamos platos desequilibrados", por lo considera que se deben dedicar unos minutos al día para comer "con tranquilidad y sentados", como veinte minutos en el desayuno y media hora en la comida de mediodía, "mucho mejor en familia o con compañía".

"El tamaño de las raciones importa", puntualiza López Llano, por lo que se debe educar a los niños desde pequeños en la cantidad de comida que tienen que tomar, siempre adaptada a su edad. En el caso de que haya varios platos o entrantes, sugiere que se "degusten" pequeñas raciones de cada uno para poder tomar de todo sin pasarse en la ingesta de calorías y "no repetir". Lo recomendable para conseguir una alimentación equilibrada es tomar comidas "muy variadas", para lo que aconseja comenzar con una ensalada o verdura, que tiene fibra, es saciante y contribuye a asentar el resto de la comida.

Ir "de menos a más"

En su opinión, hay que ir de "más a menos", así, si se toma una ración más grande del primer plato, se debe reducir el segundo; y, para conservar la energía que se necesita durante todo el día, ha sugerido tomar cinco comidas al día, ya que el almuerzo y la merienda ayudan a no tener "picos" de hambre. Los dulces navideños -como los polvorones, los mazapanes y el turrón blando- acompañados de un café con leche son una buena opción para un "tentempié" porque aportan proteínas, calcio y vitamina E, que es un buen antioxidante.

Un "truco" para lograr una alimentación equilibrada es poner en el plato la mitad de verdura y, en el resto, un cuarto de hidratos de carbono (pasta, arroz, patata, quinoa o cuscús) y otro cuarto de proteína (pescado, carne o huevos).

Dos o tres veces a la semana se debe tomar legumbre porque es un alimento "muy versátil", con muchas formas de cocinado, es "muy saciante y proteico, con apenas grasas, por lo que es buen aliado en cualquier dieta de adelgazamiento", subraya López Llano. "Los hidratos de carbono no deben faltar porque son una fuente de energía muy fácil de metabolizar para el organismo", recalca esta experta, quien recuerda que se debe practicar ejercicio, al menos tres veces a la semana.