Galicia cerró el año 2017 con un total de 694 Bienes de Interés Cultural (BIC), a los que se les podrían sumar seis más antes de acabar el año 2019, al haberse iniciado ya la incoación de los expedientes del archipiélago de Sálvora, la Cova Eirós, el Pazo de San Isidro, la Ribeira Sacra, el campamento romano de Aquis Querquennis y la carpintería de ribera.

Por provincias, Pontevedra acumula el mayor número de BIC, con más de 330, principalmente por su "gran patrimonio arqueológico", seguida de A Coruña (145), Lugo (134) y Ourense (69). Además, hay cuatro bienes en dos provincias (el puente de Pontevea, entre Pontevedra y A Coruña, y tres rutas BIC del Camino de Santiago) y otros sin adscripción territorial.

Son reconocidos como BIC los bienes muebles, inmuebles o inmateriales del patrimonio histórico, artístico, paisajístico, ambiental, arquitectónico y arqueológico de interés para la comunidad; siendo el BIC más antiguo de Galicia la Colexiata de Santa María a Real do Sar, en Santiago, declarado como tal por Alfonso XIII el 14 de agosto de 1895.

En la actualidad, para que un bien sea declarado de Interés Cultural, debe incoarse un procedimiento por el que se acredite su relevancia y valor cultural destacado. El plazo máximo para resolver dicho expediente es de 24 meses desde su incoación, y en caso de no haber resolución, se declara automáticamente como BIC.

Galicia cerró 2017 con un total de seis bienes ya incoados para su declaración como BIC, y además está en marcha un séptimo expediente para ampliar la delimitación de los Muíños do Folón e do Picón, en O Rosal, que ya fueron declarados BIC en 1998 y ahora se pretende su ampliación para recoger la totalidad de molinos de este ámbito y corregir su posición.

Entre los bienes que antes de finalizar 2019 podrían ser catalogados como nuevos BIC se encuentra el archipiélago de Sálvora, en la ría de Arousa y perteneciente al Parque Nacional Marítimo-Terrestre das Illas Atlánticas, que aspira a ser incluido en la categoría de paisaje cultural por ser un "ejemplo singular y casi único en Galicia de la evolución de una población".

También optan la Cova Eirós, en Triacastela, y el Pazo de San Isidro, en Mondoñedo, ambos localizados en Lugo y para la categoría de monumento; además de las técnicas constructivas de la carpintería de ribera, como patrimonio inmaterial por la técnica desarrollada en talleres, astilleros y carpinterías de ribera para crear embarcaciones tradicionales gallegas.

Finalmente, los últimos expedientes incoados, el 21 y 29 de diciembre de 2017, son el campamento romano de Aquis Querquennis, en el municipio ourensano de Bande, dentro de la categoría de zona arqueológica; y la Ribeira Sacra, entre Ourense y Lugo, que aspira a la categoría de paisaje cultural y otros bienes y manifestaciones del patrimonio cultural material e inmaterial relacionados.

Además, hay otros bienes que aunque todavía no han sido incoados, ya han sido propuestos para iniciar este trámite de cara a su declaración como BIC, tal es el caso del Museo Carlos MasideMuseo Carlos Maside, en Sada (A Coruña), que fue concebido para reivindicar el papel de autores gallegos exiliados o represaliados en la Guerra Civil y que en la actualidad corre el riesgo de degradarse por humedades.

Que un bien sea BIC supone mayor protección pero también es "importantísimo" desde el punto de vista turístico, como ha destacado la directora de Turismo de Galicia, Nava Castro, que en declaraciones a Europa Press ha remarcado que el propio sector ve el turismo cultural como el de "mayor potencial de crecimiento, solo superado por el paisaje y la gastronomía"

Según ha destacado, los BIC son un activo interesante porque permiten diversificar la oferta turística, desestacionalizar la demanda (fuera de los meses de verano), dar a conocer "mejor" el territorio gallego y preservar el patrimonio; además de que favorece económicamente y permite fijar población y crear empleo en los destinos donde se encuentran, muchos de ellos en el rural.

En este contexto, ha destacado el Camino de Santiago, del que ya son BIC el Camiño Francés, el Camiño do Norte da Costa y el Camiño do Norte do Interior (también conocido como Camiño Primitivo o de Ovedo). Fuentes de la Consellería de Cultura, han explicado a Europa Press que las rutas declaradas BIC son las que optaban a Patrimonio de la Humanidad, que pone este requisito.