La Comisión Europea (CE) presentó ayer una nueva estrategia para atajar el daño de los plásticos sobre el medio ambiente, con la que pretende conseguir que todos los envases de este material sean reutilizables o reciclables en el año 2030, reducir el consumo de plásticos de un solo uso y restringir la utilización de microplásticos.

El vicepresidente primero del Ejecutivo comunitario, Frans Timmermans, y el vicepresidente responsable de Empleo, Crecimiento e Inversión, Jyrki Katainen, presentaron en Estrasburgo (Francia) la iniciativa, cuyo objetivo es "proteger el medio ambiente y al mismo tiempo poner los cimientos para una nueva economía del plástico".

"Para 2030, que es dentro de 12 años, todos los envases de plástico en el mercado europeo deben ser reutilizables o reciclables de una manera rentable", expresó el holandés, después de señalar que los envases de este material representan el 60% de los desperdicios anuales de plástico en Europa.

"El 95% del valor de estos envases, que equivale a entre 70.000 y 105.000 millones de euros, se pierden en la economía cada año. Por eso, abordar (el la cuestión de) los envases de plástico es una prioridad", defendió.

Bruselas calcula que cada año se generan en el bloque comunitario 26 millones de toneladas de desperdicios de plástico, pero únicamente el 30% se recicla, mientras que el 70% restante se incinera o se lleva a vertederos.