No es el primer caso del mundo pero Carla, un bebé de cinco meses, ya forma parte de la historia de los trasplantes en España. El pequeño corazón que ahora late en su pecho es el de un donante que, en principio, era incompatible con su grupo sanguíneo. El Hospital Gregorio Marañón de Madrid salvó este escollo con una estrategia pionera que consiste en realizar un lavado de anticuerpos en la sangre del receptor para evitar el rechazo del órgano.

La intervención fue un éxito y la pequeña se recupera ahora en la unidad de cuidados intensivos del hospital madrileño. Con ella se inauguró un nuevo programa que podría ampliar las posibilidades de trasplante de los niños en lista de espera "hasta en un 90%", explicó la directora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Beatriz Domínguez-Gil, que estuvo acompañada por el consejero de Sanidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, en la presentación del programa que será un punto de partida para otras comunidades autónomas. Ambos calificaron el trasplante de Carla de "hecho histórico".

Para la realización de este trasplante, del que se realizaron unos 300 en todo el mundo, el primero en Canadá, se requiere el uso de elementos sanguíneos libres de anticuerpos y una técnica de exanguinotransfusión o eliminación de los anticuerpos frente al grupo sanguíneo (isohemaglutininas) desde la inclusión del menor en el programa del trasplante y durante la cirugía, lo que hace posible que no se produzca rechazo hiperagudo del órgano trasplantado.