Las limitadas prestaciones de las cámaras de seguridad salpicadas a lo ancho y largo de la red de carreteras hace que en ocasiones su labor se convierta en una odisea. "Está claro que se trabaja mejor cuando cuentas con el mayor número de datos", comentan los socios de la empresa. Cuanta más resolución tengan las imágenes (más píxeles), mayor facilidad tienen los investigadores para descifrar el modelo del vehículo. "Me gusta compararlo con los dibujos en los que tienes que unir puntos. Si tu solo tienes dos puntos para unir, obviamente no te va a salir el pájaro. Ahora bien, si ya pasas a tener 18.000 va a salir casi perfecto" ilustra de manera gráfica Pérez.

La recopilación de información no es siempre igual de compleja. La anchura reglamentaria de las vías proporciona los socios de ISV-Consultores una base sobre la que comenzar a investigar. A partir de esas medidas, Sabucedo y Pérez pueden calcular de manera aproximada cuáles son las dimensiones del vehículo y, a partir de ahí, comparar con cuál de los cerca de 3.000 modelos de vehículos que hay en catálogo en España se corresponde.

Sin embargo, cuando se trata de reconstruir accidentes, la tarea alcanza un nivel adicional de dificultad. "Por ejemplo, en el caso del accidente del autobús de Murcia de hace dos años, en el que piden cuatro años de cárcel al conductor, es más fácil hacer la investigación porque tienes muchas pruebas, pero tú ponte en el caso de una colisión entre dos vehículos en una carretera sin pintar en la que lo único que tienes son unos espejos rotos", comenta Pérez.